Sánchez y sus socios asumen ya que no tendrán Presupuestos

El chantaje del separatismo catalán vinculando su apoyo al futuro judicial de los políticos procesados por el 1-O empieza a hacer mella en Moncloa, pero también entre los socios de Pedro Sánchez. Hasta Podemos, que en el último mes había acaparado todo el protagonismo de las negociaciones en nombre del Gobierno, asume ya que aprobar unos nuevos Presupuestos es una misión imposible y que la única salida es prorrogar las cuentas de Mariano Rajoy . Tanto es así que Pablo Iglesias señaló ayer que la legislatura peligra -el adelanto electoral «está más cerca», dijo en RNE-, aunque maniobrarán para evitarlo. «Hay que asumir la realidad», subrayó el líder de Podemos, que en todo caso mantendrá su apoyo al Ejecutivo socialista confiando en poder sacar adelante por decreto algunas de las reformas pactadas.

Como avanzaba este domingo ABC, esa es la estrategia del Gobierno. Intentar sacar adelante su agenda social utilizando reales decretos. Lo confirmaba ayer el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en rueda de prensa en Ferraz : «Nuestro propósito es conseguir aquellas cuestiones que se integran en los Presupuestos. Con los PGE o sin los PGE vamos a intentar que el salario mínimo aumente, que las pensiones se revaloricen, que tengamos ayudas para parados de más de 52 años, que recuperemos las ayudas a la dependencia. Es decir, la agenda social que este Gobierno se ha puesto como compromiso, la intentaremos hacer con o sin los Presupuestos, porque hay fórmulas jurídicas y parlamentarias para llevarlas a cabo».

No fue en cambio Ábalos tan prolijo cuando se le preguntó por los decretos que tendrá que aprobar para aumentar los ingresos vía nuevos tributos. Ahí el ministro volvió a la teoría de intentar aprobar las cuentas públicas: «Hay que mantener la esperanza, es fundamental. Ni mi partido ni yo renunciamos a ningún apoyo ». Y esa es la actitud que le demandaba ayer su socio principal. Noelia Vera, coportavoz de Podemos, descargó en Sánchez la «primera responsabilidad» de que su proyecto de nuevas cuentas no vea la luz y le apremió a que dé «pasos a favor» para convencer al independentismo catalán: «Estamos convencidos de que Sánchez se va a dejar la piel», pero reconociendo que «cada vez parece más difícil que esos PGE salgan adelante».

El Gobierno ya no contempla aprobar los Presupuestos como escenario principal, aunque también confía en dejar pasar unos días para «relativizar» la situación. Se confía en la situación de gobernabilidad en el parlamento de Cataluña como otra baza para hacer posible la negociación.

Y es que la negativa de los secesionistas a aprobar las cuentas del Gobierno podría tener un efecto bumerán para estos. Ayer, Pere Aragonès (ERC), vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía y Hacienda, avanzó que espera poder llevar al Parlamento autonómico las cuentas para 2019. Debido a la aritmética parlamentaria, el gobierno catalán está en manos de los comunes. Sin embargo, estos, a través de Joan Mena, portavoz de Catalunya en Comú y diputado en el Congreso, advirtieron de que la decisión de aprobar los presupuestos en Barcelona debe ser recíproco y, por lo tanto, tener su contrapartida en Madrid, aprobando los Presupuestos Generales del Estado. Un extremo que se rechaza por el momento desde los partidos independentistas.

Esta apuesta por prorrogar las cuentas enmienda la estrategia del propio Sánchez, que en septiembre sugirió que no lo haría porque los vigentes «no son mis Presupuestos» y y reiteró que el Gobierno «solo tiene una opción», que es aprobar los suyos. También contrasta con la demanda que Sánchez hizo a Rajoy hace unos meses, demandándole una cuestión de confianza si no aprobaba sus Presupuestos.