Sánchez vuelve a dar un portazo a Rajoy y le exige que fije ya una fecha para el debate de investidura

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez ha reaparecido tras quince días sin comparecencias públicas para reunir en el Congreso de los Diputados a la comisión permanente del partido y la dirección del grupo socialista con el objetivo de abordar la actual situación de bloqueo político. Pero ni estas dos semanas de descanso ni el esperado cónclave han servido para mover un milímetro su postura.

Es más, su posición no solo no se ablanda sino que se endurece., ya que Sánchez ha hecho uso de su tono más severo para acusar a Rajoy de bloquear «la democracia y las instituciones» al no desvelar si se va a presentar al debate de investidura, ni fijar una fecha para la celebración del mismo.

Una posición que ha considerado «impropia» en un candidato a presidente del Gobierno y «una tomadura de pelo a los españoles», por lo que ha decidido lanzarle un ultimátum.

O Rajoy fija el día y la hora de su debate de investidura antes del viernes, esto es en 48 horas, o el PSOE comenzará una campaña de prsión registrando en el Congreso de los Diputados una iniciativa que pedirá a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que fije una fecha con el candidato. Una maniobra que espera que apoyen diputados de otras formaciones políticas, e incluso del PP, ya que el texto será muy similar al presentado en la pasada legislatura por el grupo parlamentario popular para exigir al propio Sánchez que pusiera fecha a su debate de investidura.

Los socialistas se reafirman así en su «no» a la investidura del candidato popular, Mariano Rajoy, a pesar de que su candidatura se allana después de que Génova le haya dado carta blanca para negociar con la formación naranja. Según Pedro Sánchez la posición del PSOE no ha cambiado porque, a su juicio, solo puede haber regeneración democrática si Rajoy deja de ser presidente del Gobierno y el PP se regenera. Además, criticó que en los veinte días que han pasado desde que el Rey encomendó al líder popular buscar apoyos, no ha habido diálogo ni negociación sino una exigencia de «sumisión a todos los grupos parlamentarios».

«Lo que quiere es gobernar sin oposición. Que el PSOE apoye su investidura, los Presupuestos Generales del Estado y la gobernabilidad del país», ha asegurado, antes de volver a repetir que esta posibilidad no se convertirá en realidad porque los socialistas no se van a abstener. En esta línea, ha hecho hincapié en que «a diferencia de otros partidos» -en alusión al líder de Ciudadanos- su palabra sigue siendo la misma antes de las elecciones que hoy. Son motivos éticos e ideológicos los que la sustentan y los que impedirán que mute para facilitar un gobierno de Rajoy.

Así las cosas, Sánchez no ha puesto problemas a reunirse con Rajoy después de que éste le lanzara en guante desde Génova, pero no es de esperar que vaya a salir nada nuevo de ese contacto. Preguntado por el compromiso que adquirió antes del 26-J sobre hacer todo lo posible para evitar unas terceras elecciones, el líder del PSOE tampoco ha querido desvelar si dará un paso al frente e intentará formar gobierno con Podemos y los nacionalistas si Rajoy no logra concitar la mayoría necesaria. Al respecto, solo ha señalado que en democracia es «importante» respetar el curso de los procesos, dejando en el aire esta posibilidad que, por otro lado, espanta a la presidenta andaluza Susana Díaz.