Sánchez vuelve para salvar su liderazgo al frente del «no»

Pedro Sánchez reapareció ayer, casi un mes después de su dimisión en aquel tumultuoso Comité Federal del PSOE el uno de octubre y lo hizo con una cuidada puesta en escena dirigida a reivindicarse como líder del «no» a Mariano Rajoy por si decide presentarse a la reelección en el próximo congreso. Hay que tener en cuenta que fue apenas mencionado por sus fieles en la cita del Federal este domingo –y no ha pasado ni un mes– e incluso empieza a haber en el sanchismo movimientos sucesorios a favor de Patxi López y Josep Borrell.

Borrell aclaró ayer en Onda Cero que no está «en la carrera» por la secretaría general del PSOE, pero López no solo no lo niega sino que deja a su círculo más próximo postularle ya abiertamente.

Es lo que hizo ayer el secretario general de los socialistas vizcaínos y alcalde de Portugalete, Mikel Torres. Opina que el exlendakari es «la mejor opción» sucesoria «por trayectoria política y por carisma». Y es que Patxi López juega a aglutinar los restos del sanchismo y el «antisusanismo» que ha brotado entre la militancia desde la defenestración de Sánchez; algo que demuestra, dice la oposición a la presidenta andaluza, la rapidez con que ha cuajado la recogida de 93.000 firmas por parte del alcalde de Jun (Granada) y otros.

Es en ese escenario en el que ayer reapareció Pedro Sánchez. Tras el uno de octubre desapareció; viajó dos días más tarde con su familia a California y allí estuvo once días descansando. Asu vuelta no se ha dejado ver ni ha concedido entrevistas –la primera será este domingo en `Salvados´–, pero sí ha lanzado mensajes en Twitter para no caer en el olvido. Así anunció que no deja el escaño y llamó a los militantes a resistir frente a lo que juzga un golpe de los barones para obligar al PSOE a abstenerse. «Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstuya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza», señalaba el domingo tras aprobar el Comité Federal la abstención con una votación muy ajustada, por 139 votos frente a 96, y la mayoría de los afiliados en contra.

Ayer, a las 16.49, justo cuando estaba celebrándose en una sala del Congreso la reunión convocada por la gestora con los 84 diputados para aleccionarles de las consecuencias que tendría la ruptura de voto, colgó otro tuit: «Camino del Congreso. Mañana votaré No a Mariano rajoy junto a mis compañeros y compañeras».

Quince minutos más tarde arribaba al edificio de la carrera de San Jerónimo y se refugiaba en su despacho hasta que, al filo de las 18.00, hizo el paseíllo por el patio del Congreso entre una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas, a los que no quiso revelar si el sábado, en segunda votación, se abstendrá o no:«Mañana (hoy) votaré no. El sábado será otro día», dijo enigmático. Luego, llegó a su nuevo escaño, situado junto al del exlendakari Patxi López y ambos se fundieron en un abrazo ante los fotógrafos.

Llamadas de «amenaza»

El posible «no» de Sánchez este sábado en la segunda votación es el tema de conversación habitual en las filas del Grupo Socialista y condiciona mucho lo que vayan a hacer la veintena de díscolos. Entre ellos hay auténtica indignación por las formas «autoritarias» que está demostrando la gestora presidida por el asturiano Javier Fernández, argumentan, y el colmo ha sido la carta enviada por el portavoz, Antonio Hernando, recordándoles que no cabe «libertad de voto». En la misiva, Hernando señala que la abstención aprobada por el Comité Federal es «un mandato expreso» a todo el grupo parlamentario y, según el artículo 17 de su Reglamento, éste sólo puede decidir autónomamente el voto cuando el Comité Federal o la Ejecutiva Federal «no hayan manifestado con anticipación una determinada directriz», informa Ana I. Sánchez.

La carta llega después de determinadas llamadas en tono «amenazante» procedentes de la gestora socialista, aseguran algunos de los diputados díscolos, doce de los cuales ya han confirmado que no se abstendrán el sábado: Los siete del PSC, Margarita Robles, Susana Sumelzo, Zaida Cantera, Odón Elorza y Rocío de Frutos. En duda siguen los dos de Baleares, la presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, María González Veracruz y el propio Sánchez.

En la reunión del grupo que tuvo lugar antes de que empezara el discurso de investidura de Rajoy, hubo intentos de conciliación. Miembros de la dirección parlamentaria, afines al «no», se ofrecieron voluntariamente para las once abstención. Todo con tal de salvar la ruptura del grupo que se puede producir este sábado si la gestora no cede en la abstención de los 84. Pero el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, no dejó lugar a dudas. Con un discurso «contundente», a decir de algunos presentes, Jiménez desautorizó la propuesta que acababa de hacer uno de los abanderados del «no», el secretario adjunto del grupo y líder del PSPV en Valencia, José Luis Ábalos.

«Lo vamos a seguir intentando hasta el final», afirmó la diputada por Baleares Sofía Hernanz, en duda de romper la disciplina de voto y que también está en la dirección del grupo socialista. Otros que defendieron la abstención mínima fueron el secretario general riojano César Luena –criticó la reunión porque «no sé `para qué venimos si ya está todo decidido»–, Patxi López, Pilar Lucio y Meritxell Batet en nombre del PSC. Batet defendió ante Mario Jiménez el «no» en segunda votación de los siete diputados catalanes. Otros diputados que defienden el «no» a Rajoy y la alternativa de la «abstención técnica, como Odon Elorza, María González Veracruz y Adriana Lastra, no pudieron tomar la palabra por falta de tiempo.

Se aleja la expulsión

Fuentes de la gestora señalan, no obstante, que, pase lo que pase el sábado, lo verdaderamente importante es la relación con el PSC y no la expulsión de los otros cinco o diez diputados del PSOE que rompan la disciplina, a quienes se aplicará la máxima sanción (600€), pero es muy improbable que se expulse al Grupo Mixto. Hay que tener en cuenta que, si fueran más de 18 los expulsados, el PSOE perdería el liderazgo de la oposición parlamentaria a favor de Podemos. A lo que no está dispuesto Javier Fernández, muy apoyado en este tema por la propia Susana Díaz y por el extremeño Guillermo Fernández Vara, es a dejar pasar la indisciplina de los socialistas catalanes después de un mandato del Comité Federal en el que participan. Planteará expulsar al PSC de todos los órganos (dirección del grupo parlamentario, Ejecutiva, Comité Federal e incluso los delegados en los congresos cada tres años). Pero el crítico de la gestora, el riojano Francisco Ocón señaló en Twitter:«Del comunicado sobre la decisión del PSC, ni comparto la forma, ni el fondo, ni el mensaje transmitido. PSOE y PSC son vitales para España».

Aesa mención a la «ruptura unilateral» de los acuerdos que hablaba el comunicado de Ferraz se refirió el primer secretario, Miquel Iceta, para señalar que «se ha redactado el comunicado ése sin haber leído la resolución nuestra, me parece».