Pedro Sánchez tras su reunión con Mariano Rajoy en el Congreso
Pedro Sánchez tras su reunión con Mariano Rajoy en el Congreso - AFP

Sánchez ya solo piensa en Podemos con quien «hay muchísimas coincidencias»

El candidato del PSOE espera cerrar un acuerdo a finales de mes y presentarse a la investidura en los primeros días de marzo para formar un Gobierno en el que quiere integrar figuras independientes

Madrid Actualizado: Guardar
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Se conocían tanto que no tuvieron nada que decirse. Algo así ha venido a decir Pedro Sánchez en la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los diputados tras su encuentro con Mariano Rajoy. El líder socialista no le preguntó al presidente del Ejecutivo en funciones por los casos de corrupción porque no quiso «ahondar en la situación que atraviesa el PP».

Una condescendencia que ha estado presente a lo largo de toda su intervención, en los que todos sus mensajes para el PP en término futuros enmarcaban al partido en la oposición. Así, Sánchez ha reconocido que «ni le he planteado» a Rajoy cualquier cuestión sobre la investidura. Pero lo que si le ha pedido es que tengan en la oposición «la misma posición de lealtad» que, a su juicio, el PSOE ha desplegado cuando no estuvo en el Gobierno.

La reunión apenas duró treinta minutos. La escasa duración y la falta de feeling que ambos mostraron al inicio de la misma, en la que ni siquiera se dieron la mano, pone de manifiesto una relación rota. Que en estos momentos hace casi imposible la interlocución entre los dos partidos. Sánchez, no obstante, quiso restar dramatismo a unas imágenes que en minutos ya corrían como la pólvora por las redes sociales para enmarcarlo en «una anécdota» y asegurar que sí se habían estrechado la mano en privado.

«Nos conocemos, sabemos cuál es la posición de uno y de otro», ha dicho Sánchez para justificar la corta duración de la reunión. Alejado del tono bronco que en otras ocasiones ha empleado con el presidente del Gobierno, Sánchez no ha concedido ninguna opción a la hora de que ambas formaciones puedan entenderse en un eventual acuerdo de Gobierno: « El PP se tiene que regenerar, se tiene que limpiar. Su renovación, también de su liderazgo, debe hacerse en la oposición».

Sí concedió Sánchez la posibilidad de alcanzar acuerdos con el PP en cuestiones como la lucha contra el terrorismo y la unidad de España. Y también ha reconocido lo que fija la aritmética: «cualquier reforma constitucional debe contar con PP».

Preguntado por la posibilidad de fracasar en su investidura y provocar una repetición de elecciones, Sánchez ha dicho que «trabaja» para que eso no ocurra. Unos trabajos que cobrarán mayor intensidad a partir de la próxima semana. Cuando Podemos presente a los socialistas una oferta más concreta. Y es en la relación con la formación morada cuando se ha mostrado más receptivo que en anteriores ocasiones: «Doy la bienvenida al señor Iglesias. Estoy esperando la propuesta», que le enviará el líder de Podemos al que ha dicho que «tiene la puerta abierta para sentarse con nosotros». Además ha reconocido que con Podemos «hay muchísimas coincidencias».

Aunque Sánchez sigue apostando por un acuerdo que incorpore también a Ciudadanos, pese al veto mútuo que Rivera e Iglesias mantienen, ha sido a Podemos a quien se ha encargado a cortejar en el día de hoy. Además, el candidato a la investidura ha dicho que espera poder cerrar este acuerdo «a finales de mes» para poder presentarse a la investidura en la primera semana de marzo.

También ha reconocido que no se cierra «a ninguna posibilidad porque es momento de cambio en la vida política», cuando ha sido preguntado por si aceptaría la fórmula de un Gobierno con presencia de diferentes partidos. Lo que sí ha anticipado es que en ese Ejecutivo quiere integrar figuras independientes.

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