Sánchez quita poder a Organización para darle competencias a Lastra

La vicesecretaria general sale del «limbo» en el que estaba tras dejar la portavocía

Pedro Sánchez y Adriana Lastra durante una Ejecutiva Federal del PSOE EFE
Víctor Ruiz de Almirón

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Pedro Sánchez ha decidido equilibrar el poder en la sala de máquinas del PSOE entre la vicesecretaria general, Adriana Lastra , y el secretario de Organización, Santos Cerdán . El presidente del Gobierno ha decidido detraer competencias habituales de la tradicional todopoderosa área de Organización para dar mando a Lastra, que tras abandonar la portavocía en el Congreso de los Diputados m antenía un puesto en el escalafón como número dos del partido . Pero cuyas competencias no estaban tasadas y dependían de aquello que le delegase el secretario general.

Cuando Lastra era portavoz en el Congreso no había problema con esa aparente falta de funciones orgánicas, porque era una de las figuras con más visibilidad. Y con la importante función de engrasar la mayoría en el parlamento. La confianza de Sánchez en ella y en su discreción para conducir las negociaciones con los socios está acreditada. Pero su nueva situación era complicada. Y algunas personas del PSOE manifiestan haber sentido que en los últimos meses estaba «inquieta» ante su pérdida de visibilidad y la ausencia de unas competencias claras .

Con el cadáver político de José Luis Ábalos todavía caliente, mientras los supervivientes de la catarsis del 10 de julio agasajaban a Félix Bolaños como nuevo hombre fuerte del Gobierno y dejaban solo en su despedida al defenestrado, empezaba un pulso de fondo por el control del aparato del PSOE. El 12 de julio desde el aparato de Ferraz figuras muy cercanas a Adriana Lastra se esforzaban en vender que la vicesecretaria general sería a partir de entonces una figura «plenipotenciaria» en Ferraz. Pero esto no se compadecía con la realidad. Por aquel entonces Pedro Sánchez ya había hablado con Santos Cerdán para decirle que asumiría desde ya la Secretaría de Organización . Y le garantizó que continuaría en el puesto después del Congreso Federal que el PSOE iba a celebrar en octubre. El 13 de julio este periódico titulaba así: «Equilibrio de poderes entre Lastra y Santos en un PSOE feliz sin Redondo pero conmocionado por Ábalos». Así era y así sigue siendo. Aunque Ábalos es cada vez más agua pasada, las consecuencias de su salida se mantienen.

«Ha habido situaciones incómodas y falta de claridad en algunos momentos, pero no podemos hablar de un enfrentamiento entre ambos. Ellos tienen relación»

Lastra no era pues la figura plenipotenciaria que se vendió. Y eso es lo que ahora se corrige. El Reglamento de funcionamiento que aprobó la Ejecutiva Federal el pasado lunes otorga a su vicesecretaría importantes funciones , aunque algunas fuentes insisten en que son planteamientos «lógicos porque ya los desempeñaba de facto». La nuevas normas de funcionamiento interno otorgan a Lastra «las directrices que orientan el funcionamiento organizativo de la actividad parlamentaria». Es decir, coordinará la posición del partido en el Congreso de los Diputados, el Senado y el Parlamento Europeo . Los socios habituales del Gobierno, singularmente ERC, suelen reconocer que sin ella como interlocutora diaria en el Congreso se han perdido puentes de confianza.

Además, pasa a asumir las competencias sobre la política de comunicación . Aunque esto en el partido tienden a restarle importancia porque el actual equipo de Ferraz ya es de la plena confianza de Lastra y el nombramiento de Felipe Sicilia como portavoz se atribuye a su influencia . Al igual que el de Andrea Fernández como se secretaria de Igualdad. Del mismo modo que la posición de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis como secretario de Política Municipal vino de la mano de Cerdán. Ambos compartirán con el secretario de Acción Electoral, Javier Izquierdo, las tareas de planificación de la estrategia electoral.

«Adriana gana espacio, pero porque antes estaba en un limbo difícil de explicar», manifiesta un miembro de la Ejecutiva Federal. «Al no tener la portavocía parlamentaria y con un Secretario de Organización centrado en esa función su posición era de debilidad», explica otro miembro de la dirección. «Ha habido situaciones incómodas y falta de claridad en algunos momentos, pero no podemos hablar de un enfrentamiento entre ambos. Ellos tienen relación», explica un tercer integrante de la dirección.

Sánchez ha decidido corregir los parámetros de funcionamiento para mantener el equilibrio entre sus dos lugartenientes orgánicos . «La confianza en Adriana nunca se ha resentido», expresan fuentes del PSOE. Pero también se defiende que Santos mantiene las competencias de gestión ordinaria del partido y la importante función de diálogo con los territorios.

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