Sánchez explicará su pacto con Rabat después de 82 días de secretismo

España y Marruecos se citan para avanzar en la apertura de las fronteras

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en abril con el rey Mohamed VI de Marruecos, en un encuentro que pretende simbolizar el cierre definitivo de la crisis diplomática EFE

Gregoria Caro

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Pedro Sánchez comparecerá el miércoles en el Congreso para explicar tanto el acuerdo que cerró hace 82 días con Marruecos con el que se ponía fin a más de un año de divergencias diplomáticas a cambio de un giro histórico en la posición de España sobre el Sahara Occidental, como su audiencia en Rabat con el Rey Mohamed VI. El presidente del Gobierno cerró este pacto mediante una carta desconocida para la mayoría de su gabinete y que posteriormente filtró el Gobierno marroquí.

Las explicaciones de La Moncloa fueron pobres y no serenaron a ninguno de los sectores implicados. Al contrario, se desató un enfrentamiento con Unidas Podemos , su socio en el gobierno, y provocó el rechazo de toda la Cámara baja.

Al calor de esta nueva relación, se reúnen en Madrid delegaciones de España y Marruecos para continuar con el proceso de reapertura de las fronteras de Ceuta y Melilla y fijar así las modalidades y el calendario para finalizar un desarrollo que comenzó el 17 de mayo. El comunicado enviado ayer por el Ministerio del Interior explica que en este encuentro se centrarán «en lo relativo a la normalización de la circulación de personas y mercancías, por medio de los sistemas de control aduanero y de personas».

En estos momentos, existen problemas respecto al tránsito de los trabajadores transfronterizos y sobre el tráfico de mercancías debido a la no reapertura de la aduana de Melilla y su inexistencia en Ceuta.

Sin informar a su gabinete

Ceder a un mayor control de Rabat sobre la antigua colonia española, que reivindica el derecho a la autodeterminación desde hace más de 40 años, es para Sánchez «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa», según la carta. Un giro radical de la postura histórica española , siempre del lado de las resoluciones de las Naciones Unidas. El documento fue difundido por el gabinete marroquí el 18 de marzo: el presidente solo recibió fuertes críticas.

Ni la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz , ni la ministra y líder de Podemos, Ione Belarra , fueron informadas pese a tratarse de un asunto muy sensible. Y Unidas Podemos se incendió y salieron a defender un referéndum de autodeterminación para los saharauis. Ochenta y dos días después de esa falta de transparencia, Sánchez comparecerá a cuenta de una solicitud del PP que le pide que «explique el nuevo partenariado para el siglo XXI que estableció en su visita a Rabat y las consecuencias que ello ha ocasionado en la relación con Argelia». Los grupos independentistas y nacionalistas registraron otra petición en idénticos términos.

El PSOE justifica esta demora en que Sánchez tuvo que comparecer por el caso Pegasus previamente y por incompatibilidad al coincidir también con las explicaciones de los últimos consejos europeos. De hecho, a pesar de que todos los grupos exigieron una comparecencia monográfica, Sánchez compartirá el miércoles sus explicaciones con información de su última reunión en Bruselas. El Pleno servirá para que la Cámara manifieste su desaprobación con este volantaz o en política exterior otra vez. El 30 marzo Sánchez unió explicaciones sobre el Sahara con las del Consejo Europeo y el plan a las consecuencias de la guerra en Ucrania.

Un batiburrillo que solo sirvió para enfadar más a los diputados. El 7 de abril, el Congreso debatió una proposición no de ley registrada por Unidas Podemos, ERC y Bildu criticando lo que a su juicio supuso «una traición» y «abandono» al pueblo saharaui, y salió adelante. «Se arrodilla ante un dictador como es el Rey de Marruecos», le espetó Joan Baldoví , de Compromís y socio de investidura. Y la diputada del PP Valentina Martínez metía el dedo en la llaga: «Estamos debatiendo una PNL presentada por una parte del Gobierno contra otra parte del Gobierno». Precisamente, en la sesión del control al Gobierno de esta semana, la portavoz del PP, Cuca Gamarra , profundizará en las incontables divisiones y conflictos del Gobierno de coalición.

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