Sánchez defiende haber dado «un paso más» respecto al Sahara pero justifica que es coherente con Zapatero y Rajoy

El presidente pide que se valore la «enorme complejidad» de una cuestión en la que no tiene apoyo de ningún grupo parlamentario

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Víctor Ruiz de Almirón

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Pedro Sánchez no resta trascendencia a su movimiento diplomático respecto a Marruecos y el Sahara Occidental, pero trata de presentarlo como un movimiento consecuente y no como un giro en política exterior. El presidente del Gobierno ha justificado durante la sesión en el Congreso de los Diputados que Marruecos es «un socio estratégico indispensable» y que debe afrontarse como «un asunto de Estado», que es su forma de reclamar apoyo.

En una larga comparecencia de casi hora y media para abordar también los resultados del pasado Consejo Europeo y de la cumbre de la OTAN, Sánchez apenas ha dedicado 15 minutos a este asunto. Ha justificado que su decisión responde en primer lugar a que es lo mejor «para los intereses de España» y en segundo lugar porque se ajusta «siempre a la UE y al orden multilateral».

El presidente del Gobierno ha dicho que aunque «se ha hablado de un giro» la decisión tomada es más bien «un paso más en un camino que se inicio hace 14 años» . Lo decía en referencia al periodo de 2007 y 2008 cuando con José Luis Rodríguez Zapatero se reconoció por primera vez el plan de autonomía marroquí. Sánchez ha defendido que con su decisión «no hay desinterés al sufrimiento del pueblo saharaui» sino que el nuevo periodo pretende «contribuir a un conflicto enquistado» que «hay que desencallar».

Sánchez ha defendido que la posición de España «está alineada» con los socios europeos, en referencia singularmente a Francia y a Alemania. Pero apuntalando la idea también con la decisión de la Administración de Joe Biden de consolidar las decisiones ya aprobadas por Donald Trump al final de su mandato: «También Estados Unidos, lo acabamos de ver ayer» , ha justificado.

El Gobierno justifica que todas las resoluciones de la ONU desde 2007 recogen las propuestas del Frente Polisario, pero también los de Marruecos, cuyos esfuerzos son reconocidos. «Es un posicionamiento claro, pero que no es nuevo», ha insistido Sánchez, que como argumento de autoridad ha venido a plantear que el Gobierno de Mariano Rajoy no dio marcha atrás en la decisión de Zapatero. Se ha referido a que en los comunicados de las cumbres hispano-marroquí de 2012 y 2015 «se reconocían los esfuerzos de Marruecos y desaparecía cualquier referencia a la autodeterminación».

En todo momento ha intentado Sánchez plantear su posición como una decisión coherente con sus predecesores. «No resto importancia a la decisión que he tomado», ha dicho, planteando que se ha «reafirmado, profundizado». Y reclamando que es una cuestión que «cuando los presidentes se han encontrado han entendido siempre su enorme complejidad y lo que les pido a ustedes es que valoren su enorme complejidad ».

Ha justificado que el momento es idóneo porque se ha nombrado un nuevo enviado especial de la ONU y «España quiere tomar un papel activo» ahora que se abre «una ventana de oportunidad» para resolver un conflicto «enquistado» . Es una cuestión muy sensible para la izquierda y su propio partido. Pero Sánchez ha defendido su decisión, eso sí, con guiños claros al apoyo tradicional al pueblo saharaui. Ha defendido que España es el «principal donante de ayuda humanitaria» y ha asegurado que va a seguir « brindando ese apoyo» .

«Un puñetero insulto»

Santiago Abascal , presidente de Vox , ha acusado al jefe del Ejecutivo de adoptar un cambio de posición «irresponsable, arbitrario y clandestino». El líder derechista ha incidido en el malestar generado en filas socialistas y, especialmente, en el socio de gobierno del PSOE, Unidas Podemos. «Es una carta [la que escribió Sánchez al Rey Mohamed VI de Marruecos] enviada unilateralmente a su cuenta y riesgo», ha exclamado, antes de tachar la masiva como «una afrenta» y «un puñetero insulto» al Parlamento.

El líder de Vox, además, ha puesto en duda que Sánchez tomase la decisión 'motu proprio' y ha deslizado que alguien se lo impuso. «¿Lo ha hecho en consonancia de sus socios europeos o al dictado, y al dictado de quién?», ha preguntado. Abascal ha recordado que el problema con Marruecos lo «provocó» el Gobierno de España al acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Gali , y ha acusado a Sánchez de «ceder» ante el país vecino, que sigue reclamando Ceuta y Melilla como parte de Marruecos.

Abascal, asimismo, ha criticado que el giro de Sánchez ya ha provocado que Argelia haya suspendido «la repatriación de irregulares desde España y los vuelos de Iberia». También ha tenido pullas para el PP , a quien ha pedido sarcásticamente que resuelva sus problemas internos este fin de semana para saber si la posición respecto al Sahara la marca Cuca Gamarra , Alberto Núñez Feijóo o el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas , este último «aplaudiendo» a Sánchez.

Los socios ni aplauden

Unidas Podemos sigue viendo injustificable el giro, según su portavoz Pablo Echenique : «Expresarnos con lealtad cuando tenemos una discrepancia también es cuidar de la coalición». Echenique le ha dicho a Sánchez que «es dudoso» que la mayor autonomía de Marruecos sobre el pueblo saharaui vaya a suponer la solución a un conflicto enquistado desde 1976 y ha vuelto a suscribir el referéndum de autodeterminación: «No está claro que esto vaya a solucionarlos» . La bancada de Unidas Podemos no ha aplaudido las explicaciones de Sánchez sobre este asunto, aunque sí las dadas en lo relativo al decreto de ayudas que se aprobó ayer.

Echenique ha insistido en que Sánchez debería rectificar porque la decisión «suscita muy poca comprensión en la ciudadanía», no va en la línea de la ONU y tampoco es compartida por ningún grupo parlamentario. Gabriel Rufián , portavoz de ERC, le ha espetado directamente al presidente del Gobierno que «ha abandonado» a los saharauis. «Es dramático, es duro de decir, pero el Gobierno simplemente canjea principios por más control marroquí en la valla de Ceuta y Melilla», ha dicho Rufián.

Íñigo Errejón (Más País) tiene menos tiempo de intervención al formar parte del Grupo Plural, pero ha querido reprocharle a Sánchez tomar esa decisión «unilateralmente» sin comunicar al Congreso. Aitor Esteban (PNV), evidentemente molesto, también ha ido en esa línea: «Usted tenía que haber dado la cara por el Sahara» . Los socios de investidura critican que Sánchez no rinda cuentas en un Pleno monográfico. «Ha actuado unilateralmente (...) nos hemos enterado por la carta que envío a Mohamed VI y que publicó Marruecos», ha lamentado Esteban.

Mertxe Aizpurua , desde Bildu, no ha sido tan dura como sus homólogos. La portavoz acusa a Sánchez de «abrir una triple crisis : con el Sáhara, con Argelia y con todos los partidos del Congreso» aunque el PSOE defienda que sea un «paso» para avanzar. Aizpurua ha llamado al presidente «hipócrita» y ha dicho que es «muy grave» la decisión que ha tomado. «Denuncia la ocupación ucraniana por parte de Rusia mientras legitima la marroquí sobre el Sahara», le ha reprochado.

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