Sánchez «compra» la foto con Urkullu con ventajas fiscales para el País Vasco

El presidente cede a las exigencias de los nacionalistas con un acuerdo «in extremis» que se cerró a espaldas del resto de comunidades autónomas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda al lehendakari Iñigo Urkullu (d), a su llegada al Monasterio de Yuso antes de participar en la XXI Conferencia de Presidentes en San Millán de la Cogolla, La Rioja Foto y vídeo: EP

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El azar quiso que el PNV exhibiera un nuevo «trofeo» justo el día que festejaba su 125 aniversario. Desde Bilbao, un exultante Andoni Ortuzar se jactaba de la nueva cesión del Gobierno central: «No somos una Comunidad Autónoma más, somos diferentes. Euskadi es otra cosa, es una nación », exclamaba el líder de los nacionalistas vascos tras ganar otro pulso a un Pedro Sánchez que, para hacer realidad su ansiada «fotografía» de unidad con Iñigo Urkullu en la cumbre de La Rioja, se vio forzado a cumplir con las exigencias de los que son sus socios preferentes en el Congreso de los Diputados. Una vez más.

A buen seguro algunos de los asistentes a la cumbre de ayer, en la que se abordó el reparto del fondo europeo de 140.000 millones de euros para combatir la crisis del coronavirus, se sorprendieron al detectar la presencia del lendakari , quien hasta apenas unas horas antes del inicio de la reunión mantenía tajante su negativa a participar en ella.

Pero la situación había dado un giro de 180 grados: los gobiernos central y vasco anunciaban a primera hora de la mañana un acuerdo «in extremis» mediante el cual el País Vasco dispondría de un objetivo de déficit del 2,6% para este año , así como de una capacidad de deuda pública del 15,9%.

Tal y como informó el Ejecutivo de Vitoria, dichos porcentajes son susceptibles de ser modificados en la Comisión Mixta del Concierto que finalmente se celebrará la primera quincena de septiembre. Esta era la línea roja que puso el lendakari para acudir a la cita de San Millán de la Cogolla.

Acuerdo con nocturnidad

Desde Ajuria Enea, la sede de la presidencia vasca, apuntaban que el pacto fiscal entre ambas administraciones es fruto de «semanas de intensa negociación». Si bien es un hecho que las demandas del Ejecutivo autonómico vienen de lejos -el gabinete de Sánchez aceptó en mayo celebrar la Comisión Mixta del Concierto, aunque hasta ahora no le había puesto fecha- y que los nacionalistas habían incrementado sensiblemente su presión en los últimos días, los equipos negociadores no forzaron la marcha hasta la misma madrugada del viernes, apenas horas antes de que diera comienzo la cumbre (10.00 horas).

Con nocturnidad y a espaldas del ojo público, los gabinetes de Sánchez y Urkullu acordaron una serie de ventajas fiscales para la Comunidad Autónoma vasca semejantes a las que se habían adoptado previamente en Navarra.

¿Qué supone este acuerdo para el País Vasco? Principalmente, un cambio en las reglas de juego que el PNV y el Gobierno central establecieron antes del inicio de la pandemia, cuando dispusieron que la autonomía debía concluir el ejercicio con «déficit cero». Un objetivo «imposible», en palabras de Jorge Tejedor , profesor del departamento de Economía Financiera de la Universidad del País Vasco (UP/EHU), debido al actual contexto de crisis económica y social provocado por el coronavirus.

El País Vasco dispone de un sistema tributario particular que gira en torno al Concierto Económico y al Cupo. Algo semejante ocurre con Navarra. Esta es la razón por la que ambas autonomías quedaron excluidas del cuarto tramo de los fondos europeos, una suma de 5.000 millones de euros que será repartido entre las Comunidades de «régimen común». Y por ello, el Ejecutivo de Vitoria venía exigiendo a Sánchez un incremento de su capacidad de deuda y de déficit que le permitiera paliar la caída de ingresos provocada por la crisis , que estima cercana al 20%.

En principio, el déficit queda fijado en el 2,6% de PIB. Esto supone aproximadamente 1.700 millones de euros, apunta Tejedor. Paralelamente, se permitirá al País Vasco alcanzar una deuda pública del 15,9%. En cualquier caso, el especialista de la UPV augura que la caída de ingresos será «bastante superior» a esos 1.700 millones.

Otra de las particularidades del País Vasco respecto al resto de Comunidades Autónomas reside en que las diputaciones forales (Vizcaya, Álava y Guipúzcoa) serán compensadas en caso de que su reducción de ingresos sea superior al remanente o superávit del que dispongan. La fórmula para ello será fijada en la Comisión Mixta del Concierto de septiembre.

Sobre la posibilidad de que este pacto entre el Gobierno y el País Vasco pueda suponer un agravio comparativo respecto al resto de autonomías, el profesor de la IE Business School Rafael Pampillón señala que primero es necesario conocer el déficit público que se va a aprobar en cada una de ellas. En este sentido, argumenta que el principal «privilegio» radica en la oportunidad que los nacionalistas tienen para pactar con el Gobierno estos asuntos.

De las más ricas

Pampillón subraya que la situación vuelve a girar en favor del País Vasco, precisamente unas de las Comunidades más ricas y «que más se benefician en términos relativos de la situación económica española». Este hecho genera importantes diferencias de ingresos respecto a las autonomías de régimen común, sostiene.

Por el contrario, e l Gobierno de coalición niega cualquier trato de favor como denunciaron desde el Partido Popular. «La singularidad vasca es una realidad reconocida en la Constitución», alegó el lendakari.

Ayer Sánchez no dio una rueda de prensa después de la reunión como sí acostumbró a hacer durante las videoconferencias con los líderes autonómicos en los meses de confinamiento. Fue la ministra de Política Territorial, Carolina Darias , quien compareció para explicar el acuerdo con Urkullu brevemente y hacer balance de la Conferencia de Presidentes.

Preguntada por las ventajas fiscales al País Vasco, Darias aseguró lo mismo que previamente habían defendido algunos presidentes autonómicos socialistas. « Tanto el País Vasco como Navarra tienen un régimen foral diferenciado del resto, y no forman parte del régimen común», esgrimió la ministra de Política Territorial. «Esta semana se ha cerrado el acuerdo con Navarra y también con el País Vasco, no hay ningún trato discriminatorio », continuó.

La ministra defendió además que la cooperación multilateral y la cooperación bilateral son «elementos imprescindibles de la cogobernanza del país».

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