Sánchez, dos años de liderazgo menguante a golpe de decreto

El poder del secretario general se ha basado en la toma de decisiones en solitario. Finalmente, ha tenido que dimitir al fracasar la votación para la celebración de un Congreso Extraordinario que él pretendía sacar adelante para seguir en el poder

Madrid Actualizado: Guardar
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Pedro Sánchez ha tenido que dimitir al fracasar la votación para la celebración de un Congreso Extraordinario que él pretendía sacar adelante para seguir en el poder. [ Sigue en directo las últimas noticias]. El pasado viernes ya había advertido de que si, en la votación de este sábado, el Comité del PSOE cambiaba de opinión respecto a la abstención de Rajoy, él «no podría administrar» el partido.

Sánchez llevaba mucho tiempo aumentado la tensión de la guerra interna del PSOE en su intento de reafirmar su liderazgo en el partido frente a las voces críticas.

Sus últimas intervenciones públicas se corresponden con la política de decisiones unilaterales que el líder socialista ha firmado desde la Dirección de Ferraz.

Pedro Sánchez ha recordado en sendas ocasiones que «el líder marca y propone las líneas del partido», una posición que ha aplicado en su gestión interna.

El cese de Tomás Gómez

Tomás Gómez fue reelegido como líder del PSM, pero Sánchez le destituyó en febrero de 2015, en lo que supuso un golpe de poder. La contundente decisión se justificó por las investigaciones por el sobrecoste en las obras del tranvía de Parla. César Luena, secretario de organización, alegó que la respondía al «deterioro grave de la imagen pública del PSOE en Madrid».

Tras la salida de Goméz, la Dirección de Ferraz situó al frente del PSOE madrileño una gestora presidida por Rafael Simancas. Una decisión que fue criticada por Pedro Zerolo o Joaquín Leguina, entre otros. Tan solo un día después, la gestora decidió cambiar las cerraduras del despacho de Gómez en la sede del PSM. Meses después, en julio de 2016, el Tribunal de Cuentas resolvió que Gómez no tenía ningún tipo de responsabilidad penal ni contable. Entonces, cargó contra Pedro Sánchez, a quien reclamó una disculpa, y afirmó que en el PSOE hacía falta «un liderazgo capaz de encauzar el proyecto» de su partido.

Irene Lozano, en las listas

La configuración de las listas electorales del pasado 20-D fue motivo de polémica al incluir a Irene Lozano, exdiputada de UPyD, en la convocatoria al Congreso, como independiente y en el puesto número ocho (por lo que se quedó sin escaño, aunque contra todo pronóstico). Lozano saltó a las filas socialistas después de haber perdido las primarias en UPyD contra Andrés Herzog, celebradas tras la marcha de Rosa Díez.

A pesar de su inclusión entre las primeras plazas de la lista, Sánchez evitó su presencia en actos porque la elección de Lozano recibió numerosas críticas debido a su pasado en el partido magenta donde atacó al PSOE. Entre esas voces contrarias se encontraban, entre otras, las de Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara. La presidenta de la Junta declaró publicamente que la elección de Lozano era «una falta de respeto». Sin embargo, Lozano no consiguió representación en diciembre. No volvió a concurrir el 26-J.

La crisis en Galicia

El PSdG llegó a las elecciones en plena guerra interna, y después de que su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, abandonase la carrera electoral meses antes al ser imputado en casos de corrupción.

La formación dejó en manos de una gestora el control de su federación, y cuando llegaron las elecciones, la Dirección de Ferraz modificó las listas del PSdG en Orense y Pontevedra para incluir a Patricia Vilán y Gonzalo Caballero, contrario a Abel Caballero, el alcalde de Vigo, que presionó directamente a Sánchez para que no modificase las candidaturas aprobadas por la militancia. Finalmente, el resultado electoral del PSOE en Galicia el pasado 25-S, donde perdió cuatro escaños y sumó 14 en total, hizo aún más profunda la larga crisis de la formación socialista en la comunidad.

Carmona, destituido

Antonio Miguel Carmona, una de las voces contrarias a Pedro Sánchez en la capital y amigo de Tomás Gómez, fue el candidato del PSOE de Madrid a la Alcaldía. Tras ocupar la tercera plaza en liza, al obtener nueve concejales, los socialistas pactaron con Ahora Madrid para facilitar la alcaldía de Manuela Carmena.

En agosto de 2015, Sara Hernández, la sustituta de Tomás Gómez al frente de la secretaria del PSM, destituyó a Carmona como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid. Una decisión que, en su opinión, era necesaria para concluir el proceso de cambio en la región impulsado desde Ferraz. La nueva dirección de los socialistas madrileños afirmó que el cese respondía a la necesidad de renovación, pero la sustituta de Carmona fue Purificación Causapié, número dos en la lista del PSOE al ayuntamiento.

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