Rivera rompe la foto de Josu Ternera en el pueblo natal del etarra: «Vendremos siempre que queramos»

Los radicales han empleado una sirena para evitar que se escuchara el discurso de los líderes de Ciudadanos

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Momento en el que Albert Rivera ha roto la foto de Josu Ternera ABC / Vídeo: Albert Rivera, en el pueblo de Ternera ATLAS

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Viejos fantasmas se manifestaron este jueves en Miravalles, el pueblo natal del sanguinario terrorista «Josu Ternera», donde el ala más radical del nacionalismo vasco volvió a dejar su imprenta. Una mínima sacudida, en este caso la visita de Albert Rivera , bastó para que aflorara el odio de los violentos, que se adueñaron de las calles para advertir al líder de Ciudadanos de que es persona «non grata» en el municipio vizcaíno. Entre abucheos, insultos, cazoladas y sirenas, el dirigente naranja denunció la «cobardía» de quienes vitorean a los asesinos, y proclamó que la democracia volverá a «vencer al totalitarismo».

Hace una semana nadie se hubiera esperado la visita de Rivera al municipio de Miravalles, donde Ciudadanos ni siquiera concurre a las elecciones del próximo domingo. El motivo de su viaje a tierras vizcaínas radica en la manifestación que tuvo lugar el pasado sábado, cuando cerca de 500 personas exteriorizaron su rechazo a la detención del exjefe político de ETA . « Hemos venido para rendir homenaje a las víctimas —manifestó ayer el liberal—. Nunca callaréis a los españoles de bien».

El escenario era muy semejante al de Rentería (Guipúzcoa), feudo de EH Bildu, donde el pasado abril decenas de individuos acosaron a Rivera durante un mitin de Ciudadanos. Totalmente organizados, los proetarras aguardaron este jueves la llegada de la comitiva naranja, conformada entre otros por los diputados Joan Mesquida y Edmundo Bal y la cabeza de lista para los comicios europeos, Maite Pagazaurtundúa. «No sois bien recibidos» , anunciaba sin tapujos una pancarta colocada frente a la ermita de Miravalles, cuyos alrededores se llenaron de lazos amarillos y octavillas en las que aparecían los símbolos de PP, Ciudadanos y Vox bajo la palabra «fascistas».

Fue apenas un anticipo de lo que les esperaba a los dirigentes del partido liberal, que durante su trayecto hacia el frontón municipal, donde estaba previsto que comparecieran Rivera y Pagaza, fueron objeto de insultos y amenazas por parte de los centenares de personas que acompañaron la marcha. Solo la presencia de los antidisturbios, que prepararon un férreo dispositivo policial , logró enfriar el ánimo de los radicales.

El grupo había avanzado apenas unos metros cuando se encontró con una multitud de personas que les daba la espalada. Aunque a priori se trataba de una protesta silenciosa, los manifestantes no lograron sofocar los insultos de quienes iban por libre, que eran muchos. Desde los balcones, las terrazas y las aceras, varios vecinos amenazaban e insultaban a Rivera: «No pintas nada aquí, hijo de p…, vete de aquí!» , le espetó uno de los radicales, al que otros acompañaron con mensajes de apoyo a la «libertad» de Cataluña.

Maite Pagazaurtundúa y Albert Rivera, caminando frente a la manifestación organizada contra ellos EFE

Ley contra los homenajes

No se escondió Rivera ante el acoso de los proetarras, e incluso respondió al «saludo» de algunos vecinos. Finalmente, la comitiva llegó hasta el frontón, donde a los liberales les esperaba una última sorpresa: una estruendosa sirena marcaba el compás de los que, desde los balcones, golpeaban cazuelas y cacerolas en un intento de dinamitar el mitin. La Ertzaintza impidió el acceso a la zona a la masa radical, que desde la distancia seguía profiriendo insultos.

A todos ellos se dirigió Rivera, que les acusó de «legitimar a los asesinos» . «Cuando se hacen homenajes a etarras no ponéis sirenas ni alarmas —denunció—. Esa es la vergüenza ». El liberal incidió en la «cobardía» de quienes reclamaron la libertad de «Ternera», una «bestia» a la que se le atribuye el asesinato de 11 personas.

«Eso es lo que hacía vuestro vecino, y en vez de señalarle por lo que hacía, le aplaudís », continuó Rivera, que, desafiante, rompió una fotografía de «Tenera» y aseguró que tanto él como sus compañeros de partido acudirán a Miravalles y a cualquier pueblo de España «las veces que hagan falta» para defender la «dignidad de las víctimas del terrorismo».

En esta línea, anunció que la primera ley que promueva Ciudadanos en el Congreso de los Diputados será la prohibición de los homenajes a etarras, que el pasado año se contaron por centenares. «Vamos a pedir a los demás partidos democráticos que la apoyen», avanzó Rivera, que concluyó su alegato al grito de «Viva Euskadi y Gora España».

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