Reprimenda de Rajoy y González a Sánchez y Casado por no pactar: «Lo tenemos que desbloquear el CGPJ»

Los dos expresidentes ven «muy bien» el diálogo con la Generalitat dentro de la ley pero Rajoy matiza que no puede ser de igual a igual

Los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy este jueves a su salida del Foro La Toja EFE
Ana I. Sánchez

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Diálogo frente a gritos. Entendimiento frente a crispación. Sintonía frente a ruptura. Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y Felipe González fueron este jueves la antítesis de la escena política que cada día observan los españoles. Ambos participaron, por segunda vez, en un debate cara a cara en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico que este año celebra su III edición, y en el que demostraron que lo que 'sí se puede' no es asaltar los cielos como propugnaba el anterior líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias , sino encontrar puntos de entendimiento desde ideologías discrepantes. El único secreto es querer conseguirlo.

Rajoy y González reprendieron al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al líder del PP, Pablo Casado , por no llegar a pactos en las cuestiones más importantes para el país: la renovación del Poder Judicial, la pandemia o la gestión de los fondos europeos o Cataluña . «Tienen que sentarse hasta que se cansen de estar sentados para volverse a sentar«, regañó el expresidente socialista sobre la falta de acuerdo de las ayudas comunitarias.

«Si hay diálogo es entre sordos, porque lo importante del diálogo es que se traduzca en consensos o en acuerdos» y «se echan en falta acuerdos en algunos de los temas fundamentales», lamentó Rajoy, pidiendo un «mínimo de entendimiento» en los temas que más importan a los españoles y en los que el entendimiento ahora es «cero». «Cuando se hace un acuerdo y hay diez caramelos encima de la mesa si alguien pretende llevarse los diez entonces no es posible el acuerdo y estamos en un diálogo de sordos», subrayó.

«No me quiero poner a mí como ejemplo de nada pero disponiendo de mayoría absoluta renovamos las instituciones», recriminó en alusión al actual bloqueo del Poder Judicial. «No podemos tener órganos constitucionales varados como si fueran una batea que no se puede sacar de la ría», coincidió González. «Lo tenemos que desbloquear", emplazó.

Rubalcaba dijo «no» al pacto fiscal que pidió Mas

También fueron capaces de aunar una posición común respecto a la situación de Cataluña. Sus posiciones se encontraron en torno a que el Gobierno dialogue con la Generalitat pero con un límite claro: el perímetro de la Constitución y excluyendo específicamente a la amnistía y la autodeterminación. «Me parece muy bien que ahora se hable, yo he hablado», subrayó el expresidente popular, incidiendo en la ley como límite, aunque señalando que no le «gusta» que el tratamiento en la mesa de diálogo sea de igual a igual entre Generalitat y el Gobierno , porque «no lo son».

No obstante, la crisis política de esta autonomía fue el bloque donde ambos dejaron ver ciertas divergencias. González criticó la judicialización de la política y defendió el uso del Código Penal como el último recurso, y Rajoy defendió que si no ha vuelto a haber más referendos ilegales o declaraciones unilaterales de independencia, es porque los independentistas han visto que el Estado tiene herramientas para defenderse y los dos grandes partidos las usan si es necesario.

El expresidente popular utilizó este bloque para narrar que cuando el expresidente de la Generalitat Artur Mas le pidió un pacto fiscal en 2021 y se lo negó, telefoneó al entonces secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba , para contarle lo sucedido y que éste le dijo «a los cinco minutos» que apoyaba que no concediera a Cataluña el pacto fiscal.

«Superávit de 'torquemadas'»

Este apunte fue uno de los utilizados por Rajoy para defenderse de las críticas que su gestión recibió en su día y que a día de hoy sigue recibiendo no solo sobre la actuación en Cataluña sino también la crisis económica o la ausencia de impulso de reformas como la de la Constitución o la Ley Electoral.

De este modo recordó que la crisis que le tocó gestionar a su gobierno se produjo después de muchos años de desequilibrios, sin que la Unión Europea aprobara fondos de inversión para la recuperación como ha hecho ahora y sin el apoyo del Banco Central Europeo . Estas palabras se producen en el mismo enclave y tan solo unas horas después de que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño , presumiera ayer de la «muy» diferente salida de la crisis que se está produciendo ahora, con Rajoy escuchando en primera fila.

Respecto a no haber impulsado reformas, el expresidente popular subrayó que si se hubiera intentado un cambio de la Constitución habría sido contraproducente porque solo habría servido para cuestionar el modelo de Estado, entre otras cosas, sin que después existiera mayoría suficiente para realizar ningún cambio. Por lo mismo, consideró que ahora tampoco es momento de intentar reformar la Carta Magna . Y en cuanto a la reforma de la Ley Electoral cuando tenía mayoría absoluta, subrayó que hubiera sido un «disparate» y un «error» enorme porque no hubiera contribuido a generar un mínimo ambiente de civilización en el Congreso.

González , a mucha más distancia de su gestión, no necesitó incluir un ejercicio de defensa sobre su gestión sino su libertad de opinar, muy criticada, como también la de Rajoy desde distintos ámbitos. En este punto volvieron a coincidir ambos, denunciando la existencia de un «superávit de torquemadas», «inquisidores» o «listos» en nuestro país.

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