«Silencio», un esapcio imposible de llenar, todavía hoy. En la memoria de los voluntarios, profesionales y supervivientes, quedó grabado, para siempre, el vacío tras las explosiones en los trenes. Una calma que sacudió la solidaridad de todo un país con los afectados por la masacre.
Este 11 de marzo,
se cumplen doce años de las detonaciones
en cuatro trenes que se llevaron la vida de 193 víctimas inocentes. De las donaciones masivas de sangre, del estupor y luego, la valentía de un país . En el vídeo, recordamos la fatídica fecha.
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