Rajoy con Obama, Merkel, Hollande, Renzi y Theresa May el pasado 18 de noviembre en Berlín
Rajoy con Obama, Merkel, Hollande, Renzi y Theresa May el pasado 18 de noviembre en Berlín - Efe

Rajoy pedirá hoy «más y mejor Europa» en Versalles

Las cuatro potencias europeas se unen para impulsar el proyecto europeo tras el Brexit

Enviado especial a Versalles (Francia) Actualizado: Guardar
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España ocupará este lunes una de las cuatro sillas reservadas en el Palacio de Versalles a las principales potencias europeas, sin el Reino Unido, en una cumbre para unir fuerzas ante el futuro que se abre en la Unión Europea tras el Brexit.

El anfitrión, François Hollande, invitó personalmente a Mariano Rajoy a participar en la reunión de Versalles durante la cumbre bilateral de Málaga del pasado 20 de febrero. Junto a ellos estarán la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

La cumbre de Versalles se abrirá con una primera reunión de los cuatro líderes europeos, seguida de una declaración conjunta y una cena de trabajo, con la vista puesta en el Consejo Europeo del próximo jueves en Bruselas, al que seguirá una reunión informal de los 27, y en la cita de Roma del próximo 25 de marzo, en la que se conmemora el 60 aniversario de los Tratados de Roma.

Los socios europeos se enfrentan a dos preguntas clave: ¿Qué quieren hacer con Europa tras el Brexit? ¿Qué deben hacer juntos en la próxima década?

Esta reunión da continuidad al encuentro que tuvieron los jefes de Estado o de Gobierno de Alemania, Francia e Italia en Ventotene (Italia) el 22 de agosto de 2016.

En esa cumbre no estuvo España, por la situación de interinidad que vivía el Gobierno en funciones de Rajoy, en pleno bloqueo político. El presidente del Gobierno sí que estuvo presente en la reunión posterior de las principales potencias europeas en Berlín, el 18 de noviembre, para despedir a Barack Obama como presidente de Estados Unidos.

Rajoy había sido investido presidente apenas tres semanas antes, y recibió la calurosa felicitación de sus colegas europeos y de Obama, con afectuoso abrazo y un sonoro: «¡Por fin!».

Fue en aquella ocasión, con el Gobierno ya en plenitud de funciones, cuando Merkel quiso almorzar a solas con Rajoy para dejar claro que se esperaba el regreso de España a la primera línea europea tras el largo bloqueo. Ahí le dijo aquello de que tenía «la piel de elefante».

El «libro blanco» de Juncker

Ahora, en Versalles, vuelve a reunirse el núcleo duro de la Unión Europea, ya sin la primera ministra británica, Theresa May, pues se trata de reflexionar sobre el futuro sin el Reino Unido.

Está previsto que antes de final de marzo, el Gobierno británico notifique su voluntad de retirarse de la UE, y las posibilidades y escenarios que se abren son muy diferentes. De hecho, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha enviado a los líderes europeos su «libro blanco» con los cinco posibles caminos que puede tomar la Unión, desde dar un frenazo y marcha atrás al proceso de integración, hasta imponer una «doble velocidad» en reformas específicas.

España prefiere «más y mejor Europa», la postura que está defendiendo Rajoy en todas las cumbres. Y si hay «doble velocidad», para que quienes deseen ir más rápido puedan avanzar pese a las reticencias de los demás, España quiere estar presente en ese club, que está liderado sobre todo por Francia.

En la reciente declaración de los gobiernos de España y Francia, se subraya que estos dos países saben que «juntos estarán en la mejor disposición para hacer frente a los retos de un mundo más inestable e incierto, defender sus valores y transmitir a los jóvenes un proyecto esperanzador».

El refuerzo del proyecto europeo se toma como una medicina para frenar riesgos como el del populismo, que está poniendo en jaque a países como Francia, ante las próximas elecciones presidenciales, y que amenazan con el futuro de la Unión.

Rajoy insiste en que es necesario «hablar bien» de la UE y de los valores que representa, y también ocuparse de los asuntos que preocupan a los ciudadanos. «Europa es el lugar del mundo que mejor atiende a sus ciudadanos», ha subrayado.

España quiere unión fiscal

La posición de Rajoy se basa en que Europa debe seguir apostando con claridad por el Mercado Único. A su juicio, el Mercado único de la energía y el digital son dos prioridades fundamentales.

El Gobierno considera que se debe seguir avanzando en la Unión Económica y Monetaria y es el momento de plantearse la Unión Fiscal. El mensaje de Rajoy será claro: «Estamos más unidos que nunca, queremos más integración que nunca y vivimos en la región con más nivel del mundo».

Hollande, a punto de despedirse del poder, quiere irse con un discurso de reafirmación europea en el que defiende una doble velocidad, como ya hizo de forma contundente en la cumbre bilateral con España: «En esta Europa de los veintisiete será necesario que los países que quieran ir más allá, que quieran ir más rápido, que quieran más integración, que quieran fortalecer la Unión Económica y Monetaria, y la Unión Bancaria, incluso políticas fiscales o sociales, lo puedan hacer».

Incluso propone bautizarlo con varios nombres: Europa a varias velocidades, cooperación diferenciada o núcleo duro.

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