El presidente Rajoy ha puesto a la alcaldesa madrileña Manuela Carmena como ejemplo de radicalismo, y sus actuaciones como muestra del «daño» que determinadas políticas pueden hacer a los ciudadanos. Durante una visita de precampaña a Badajoz ha argumentado, al finalizar una comida, que el Ayuntamiento de Madrid «ha paralizado» varias operaciones urbanísticas de calado , que iban a suponer «inversiones importantes para España, e iban a generar bienestar, riqueza y empleo».
A juicio del presidente en funciones, estas operaciones que se han visto frenadas -«la Operación Chamartín, la Operación Campamento y la Operación Wanda », en cita de Rajoy- son un ejemplo de lo que «es el radicalismo; no el discurso, sino el daño que se le hace al conjunto de los ciudadanos».
No es la primera vez que Rajoy critica a los ayuntamientos llamados «del cambio», que surgieron tras las elecciones autonómicas y municipales de hace un año por pactos postelectorales de varias fuerzas políticas. Si es la primera ocasión en que el presidente en funciones se refiere tan claramente a Madrid, identificando al gobierno municipal de la capital con ese radicalismo que es el centro de sus críticas de campaña.
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