Moción de censuraEl PSOE será muy duro con Rajoy pero no olvidará el rechazo de Iglesias a Sánchez el pasado año

El PSOE se enfrenta este miércoles a su primera prueba de fuego en su nueva etapa. Será el portavoz provisional, José Luis Ábalos, el encargado de defender la posición del grupo parlamentario en la moción de censura. La decisión de abstenerse se resume en la frase que el propio Ábalos enunció hace semanas: «Rajoy es censurable, pero Iglesias no es presidenciable».

Sobre esa afirmación girará toda la estrategia socialista. Ábalos será muy duro con el Gobierno del PP, para lo que su perfil es más creíble por su condición de fiel partidario de Sánchez. Pero lo tratará de hacer recuperando el valor de la marca PSOE como «única alternativa real al PP».

Pero los socialistas asumen un áspero debate con Podemos, aunque asumen que Iglesias intentará ser condescendiente.

Desde el PSOE fuentes del grupo parlamentario apuntan a que Ábalos no olvidará que la moción de censura se planteó «sin avisar, sin dialogar y en pleno proceso de primarias». Apuntará además que «pese a los motivos para censurar al PP» la moción tiene «una parte importante de propaganda».

Ya lo hizo ayer el PSOE en sus reacciones al discurso de Pablo Iglesias, pero Ábalos tardará poco en referirse desde la tribuna al hecho de que si una moción de censura contra Mariano Rajoy es necesaria es porque Iglesias votó contra la investidura de Pedro Sánchez.

Ese fantasma sigue persiguiendo a Iglesias, hasta Ana Oramas le recordó ayer que ella sí apoyó a Sánchez. Uno de los objetivos de Ábalos, ante las peticiones que tendrá de Podemos por pactar una futura moción de censura, será ubicar al PSOE en el liderazgo de la oposición y dejar claro que serán ellos quienes piloten cuándo y cómo armar la alternativa al PP.

Iglesias pidió ayer al PSOE que su abstención sea «reflexiva» de cara al futuro. Los socialistas reivindicarán su mayor representación aprlamentaria y negarán tutelajes. Como señalaba el lunes el diputado Odón Elorza, «la moción de censura contra Mariano Rajoy es un cartucho que el PSOE no va a quemar ahora», sino que «lo utilizará cuando Pedro Sánchez lo considere conveniente».