Pedro Sánchez
Pedro Sánchez - IGNACIO GIL

El programa de Sánchez intenta parar la sangría de votos hacia Ciudadanos y Podemos

El fichaje de Lozano y la «rebaja» a la oferta laboral buscan atraer a sectores templados

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo que se conoce de los programas con los que el PSOE y Ciudadanos se presentarán a las elecciones del próximo 20 de diciembre desvela más coincidencias entre ambos de las que Pedro Sánchez y Albert Rivera desean reconocer públicamente. Sin embargo, en el borrador del programa socialista también hay medidas que se asemejan a las de su otro posible socio, Podemos.

Una de las propuestas «estrella» de Sánchez en su ambición por llegar a La Moncloa es un «ingreso mínimo vital» que aspira a erradicar la pobreza en España. Cuando la presentó, el pasado julio, ya fue vista como una «copia» del «Plan de Renta Garantizada» que propone Podemos, una versión más moderada de la Renta Básica Universal que llevó a las elecciones europeas.

Se trata de una ayuda de 600 euros mensuales para quienes no tienen ingresos y, además, otra «renta complementaria» para «quien trabaja pero es pobre» y su sueldo no llegue a los 900 euros, según adelantó Pablo Iglesias en respuesta a un comentario de un empresario en Facebook. Ese plan de rentas tendría -dijo- un coste total de 15.158 millones de euros.

La formación morada presenta hoy las principales líneas de su programa económico y al comité de expertos internacionales que trabajan en la elaboración del programa, entre los que se incluye un exasesor del exministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, que es ya un clásico de las propuestas económicas de Podemos.

Los socialistas proponen también elevar el salario mínimo por encima de los 900 euros (el 60% del sueldo medio neto) en dos legislaturas, mientras que Podemos defiende una subida progresiva hasta los 800 euros en 2016.

Ciudadanos insiste desde comienzos de año en una reforma de la ley de partidos para que las primarias sean obligatorias. Y así lo ha incorporado en los diferentes acuerdos de investidura que ha suscrito a nivel autonómico. En el primer borrador del programa que el PSOE presentó el pasado lunes se apunta también a hacer de este planteamiento una norma vinculante para todas las formaciones. Para Ciudadanos la reforma de los partidos políticos es una cuestión sustancial, pero ayer quisieron reivindicar que ha sido el PSOE y no ellos los que han cambiado sus posturas: «Ciudadanos ya propuso incorporar las primarias y si el PSOE se quiere sumar, bienvenido», dijo ayer el presidente de Ciudadanos, que calificó como «una buena noticia» que el PSOE deje de hacer lo que ha hecho toda la vida.

El fichaje de Lozano

En este sentido, un primer guiño de Sánchez a los sectores más templados del votante socialista es el fichaje de Irene Lozano, diputada de UPyD hasta el pasado viernes. Sus discursos sobre la unidad de España y los derechos de «ciudadanía» son indubitables, tanto como pueden serlo los del partido de Albert Rivera. Además, el líder socialista está suavizando mucho los aspectos más polémicos del programa económico. Por ejemplo, va a derogar la reforma laboral del PP, pero no va a subir los 33 días de indemnización por año trabajado para tranquilizar así a los sectores empresariales más preocupados por que un vuelco en las urnas el 20 de diciembre suponga un parón en la contratación.

En materia de laicidad, Sánchez se ha limitado a seguir la tradición del PSOE, anterior a la de Ciudadanos, y poner el foco en la salida de la religión de las escuelas, como C's, pero ha ido un paso más allá garantizando que, esta vez sí, denunciarán los acuerdos con la Santa Sede.

La consonancia en este aspecto con el partido de Rivera no es total, pero sí sustancial. El líder emergente criticó ayer que la religión sea el tema principal cuando el PSOE y el PP hablan de la reforma educativa. Pero lo cierto es que su propuesta educativa coincide en que la religión no sea evaluable. Su plan contempla el estudio de una asignatura no confesional que se llamaría «Historia de las religiones».

Las dos formaciones coinciden también en la necesidad de una nueva ley educativa, y en ambos casos apelan al diálogo y al acuerdo para conseguir una ley que dure una generación. La diferencia es que Rivera considera al PSOE tan responsable como al PP de la inestabilidad legislativa que ha azotado a la Educación en las dos últimas décadas. En esta materia coinciden también en la propuesta de crear un MIR educativo, a semajanza del que funciona para los estudiantes de medicina al terminar la carrera, con el fin de mejorar la formación del profesorado. Ambas formaciones consideran este punto esencial a la hora de incrementar la calidad del sistema.

La presentación del programa socialista demuestra el intento de Sánchez de tapar las fugas hacia sus hoy contrincantes y mañana potenciales aliados.

Ver los comentarios