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El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, en segundo plano a la derecha tras el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón - Jaime García

El PP sube el listón de un acuerdo con el PSOE: «No valen las abstenciones estratégicas ni técnicas»

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso advierte que el nuevo Gobierno tiene que «poder gobernar»

Madrid Actualizado: Guardar
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La delicada situación en la que se encuentra el PSOE tras la guerra interna vivida la semana pasada no parece otorgar al PP las garantías suficientes como para embarcarse en una nueva investidura.

Aún hay cierto de margen de tiempo -unas dos semanas- para la negociación y el acercamiento de posturas pero lejos de celebrar que las voces partidarias de la abstención empiezan a aumentar entre los socialistas desde la salida de su secretario general, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, ha elevado las exigencias de ese posible pacto al subrayar que no vale cualquier abstención.

«No valen abstenciones estratégicas ni técnicas. No vale un Gobierno de un día ni se trata de un acuerdo de investidura», ha subrayado en declaraciones a la prensa tras participar en un acto a favor del Día Internacional de la Niña.

La tesis de acordar una abstención técnica ha sido defendida por el exsecretario de Organización del PSOE, Pepe Blanco, y es la manera de facilitar un Gobierno del PP que podría recabar más apoyos dentro del PSOE, dado que permitiría a este partido no participar en las medidas populares y desvincularse de ellas para poder seguir haciendo oposición.

Pero el político manchego ha hecho hincapié en que la abstención que debe dar el PSOE tiene que ser «útil» para que el nuevo Ejecutivo pueda gobernar y el legislativo pueda legislar. Dentro de este paquete, ha señalado específicamente a los Presupuestos Generales del estado como «esenciales» para poder gobernar y propiciar una legislatura «estable».

Ésta era su manera de decir que el presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no se arriesgará a poner en marcha un Ejecutivo que los socialistas puedan bloquear a su merced, sino que exigirá un compromiso de estabilidad a medio plazo, al menos dos años, para asegurar el apoyo a las principales medidas que tenga que aprobar empezando por los Presupuestos Generales.

La debilidad del PSOE permite así al PP elevar su apuesta -con Ciudadanos solo alcanzó un pacto de investidura y lo consideró suficiente- ya que si la negociación no llega a buen puerto y el país se ve abocado a nuevas elecciones generales, los pronósticos apuntan a que el PSOE se vería severamente castigado en las urnas por su crisis interna y el PP saldría fortalecido.

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