La Policía entrega al juez un pendrive sobre el caso Pujol que apareció «ordenando unos cajones»

Las cuestiones de forma enredan el caso Pujol, la investigación que indaga la fortuna sospechosa que la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol escondió durante más de treinta años. Un policía ha entregado al juez del caso un nuevo pendrive, un lápiz de memoria informática, que fue hallado por el inspector jefe de la sección primera de blanqueo de la Brigada Central de Blanqueo y Anticorrupción de la Policía Nacional, «ordenando los diferentes cajones y armarios de su despacho». Así lo recoge el juez José de la Mata en un escrito denominado «acta de comparecencia», fechado el 6 de febrero.

Este pendrive, una memoria USB diferente al ya incorporado a la causa y que ha amenazado con viciar la investigación por su origen dudoso, contiene ocho gigas de datos utilizados por la Policía en este caso y será analizado el próximo martes en la Audiencia Nacional.

El magistrado ha fijado para el próximo 14 de febrero la apertura, el volcado y el análisis de la información contenida en este nuevo dispositivo.

Este nuevo dispositivo se ha incorporado a la investigación justo después de que el magistrado haya citado a declarar como testigos a diversos mandos policiales para interrogarles sobre otro pendrive de origen sospechoso y que ha puesto en peligro toda la instrucción. De la Mata ha citado al antiguo número dos de la Policía Eugenio Pino y al anterior responsable de Asuntos Internos de la Policía, el comisario Marcelino Martín Blas, quien ahora investiga el caso del «pequeño Nicolás» y que, en su momento, solicitó la detención del que fuera su superior. Pino ha manifestado estos días que fue este agente quien le entregó el pendrive y que explicó que se lo habían entregado dos detectives de Método 3, también citados.

Como adelantó ABC, el juez trata de averiguar su origen y salvaguardar así el procedimiento para lo que ha llamado a declarar a distintos responsables policiales relacionados con la causa. Hasta el momento no ha logrado aclarar de dónde ha salido ese lápiz de memoria, que procede de la investigación a los detectives de Método 3 que se desarrolló en el juzgado de instrucción número 14 de Barcelona.

La investigación que dirige el juez De la Mata afecta a todo el clan Pujol. El magistrado desconfía de la explicación familiar sobre los fondos que ocultaron en Andorra, que ellos justifican como un legado del abuelo Florenci que el hijo primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, se encargó de multiplicar con inversiones. El juez considera que la familia, capitaneada por el hijo mayor, amasó una fortuna recaudada con comisiones ilícitas abonadas por empresarios ligados a la contratación pública, a cambio de favores políticos. La llave para recibir estas cantidades, opacas a Hacienda e invertidas en paraísos fiscales, fue el apellido familiar. Jordi Pujol, un símbolo del nacionalismo catalán, fue presidente de la Generalitat durante 23 años.