Podemos pide más comunicación al Gobierno para mantener el acuerdo de los Presupuestos

PP y Cs responden que si quiere negociar los PGE vuelva al techo de gasto acordado

Sánchez e Iglesias en el acuerdo por los Presupuestos EFE
Ana I. Sánchez

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La invitación que el presidente del Gobierno lanzó el martes a los líderes del PP y Ciudadanos para pactar los Presupuestos no tendrá recorrido alguno mientras Pedro Sánchez mantenga el techo de gasto de 2019 en el 1,8 por ciento como pactó con el secretario general de Podemos , Pablo Iglesias. Los populares subrayaron ayer que antes de negociar unas nuevas cuentas es necesario acordar primero el nuevo techo de gasto y recordaron que ya existía un acuerdo entre PP y PSOE con una previsión de fijarlo en el 1,3 por ciento para 2019.

La confirmación de este dato, hacen hincapié, sería el punto de partida de cualquier negociación de Presupuestos. En la misma línea, Ciudadanos insistió en que el techo de gasto pactado entre el Gobierno y Podemos es ilegal y, por tanto, no darán su apoyo para que se apruebe. La formación naranja añade, además, otra exigencia para negociar unas nuevas cuentas con Sánchez: la ruptura del acuerdo con los independentistas y la negociación de una convocatoria electoral.

En todo caso, ambos grupos pusieron en duda que Sánchez tenga interés real en negociar con ellos. «Quiere que le refrendemos lo que ya ha pactado, no quiere buscar un acuerdo » y consideran que su oferta solo responde a una estrategia de lavado de imagen ante la opinión pública. «No creo que nos llame si no nos ha llamado para nada hasta ahora», cuestionaban ayer desde la formación naranja.

Otro tono con Rivera

Sin embargo, lo cierto es que el tono que Sánchez exhibió ayer frente a Rivera fue mucho más amistoso que el de las últimas semanas, como bienvenida al giro al centro que parece haber recuperado Rivera. Y eso que el líder de Ciudadanos tuvo un tono durísimo con él, llegando a acusarle de no tener «escrúpulos» y estar dispuesto a «todo» por «estar un cuarto de hora» en La Moncloa.

Sánchez hizo oídos sordos y decidió alentar el cambio político de Rivera animándole a ser «autónomo, valiente, audaz» y no dejarse arrastrar «por el PP en su deriva radical» . «Hable con nosotros para pactar los nuevos Presupuestos porque son también buenos para los votantes de Ciudadanos» insistió, dejando claro que no se plantea recuperar el techo de gasto anterior. «Lo que le pido es que recupere el centro y no pierda el norte. Céntrese y ponga rumbo a la moderación», remachó Sánchez mientras Rivera le dirigía desde su escaño palabras imperceptibles.

Aunque la invitación del presidente no tuvo recorrido, sirvió para molestar a su socio preferente. El aislamiento en el que cayó el jefe del Ejecutivo l a semana pasada al romper relaciones con Casado cuando había perdido ya la comunicación con Rivera, le condenaba a negociar únicamente con el líder morado y los partidos independentistas.

Iglesias vio asomar una amenaza en la tentativa de diálogo de Sánchez con Casado y Rivera y advirtió seriamente al presidente de que no siga por ese camino. «Después de los discursos de extrema derecha que hemos escuchado en esta Cámara, espero que usted nunca más se equivoque de aliados», le avisó. El secretario general de Podemos afeó a Sánchez, además, que realizara esta invitación al diálogo tan solo una semana después de anunciar la ruptura de las relaciones con Casado. «Los españoles piden coherencia», le atacó. Sánchez no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con Iglesias y, una semana más, le permitió concluir el cara a cara renunciando a su segundo turno de réplica, como gesto de confraternidad. Desde el Gobierno restaban ayer importancia a la incomodidad de Iglesias y enmarcaban la oferta de Sánchez en su «responsabilidad» de tender la mano «aunque sea por cortesía» a todos los partidos. En la cúpula socialista se recordaba ayer como la suma de PSOE con Podemos y Ciudadanos siempre fue el objetivo de Sánchez. No obstante, destacaban que «ahora el escenario es otro» e insistían en presentar el acuerdo entre el Gobierno y Unidos Podemos como la «guía de la legislatura».

«No es muy coherente»

Lo cierto es que esta posición ha disgustado mucho a Podemos. El secretario de Organización, Pablo Echenique, que es el interlocutor principal con el Gobierno al margen de la relación Sánchez-Iglesias, cuestionó que «no es coherente» que Sánchez, ofrezca al PP y Ciudadanos negociar los Presupuestos. Ayer, durante una entrevista en TVE, cuestionó la oportunidad de este planteamiento después de que «Casado le llamara golpista». Echenique dijo además que la propuesta es también «incoherente» en lo económico por la incompatibilidad de las posiciones entre lo que defienden PP y Ciudadanos y lo acordado entre el Gobierno y Podemos.

La preocupación en Podemos por los «titubeos» del Gobierno, como lo definió Echenique el pasado lunes, respecto a su acuerdo llevó al socio del Gobierno a demandar un seguimiento más estricto del pacto. La primera reunión de seguimiento se celebró ayer entre las dos partes y Unidos Podemos . Los de Iglesias quieren garantizar que en los textos legislativos se «respete la letra del acuerdo». En la reunión Podemos demandó «abrir canales de comunicación más específicos». Así, se acordaron crear cuatro mesas específicas de seguimiento: Vivienda, lucha contra la violencia machista, Empleo y Seguridad Social y una última de Dependencia.

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