El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont - AFP

CataluñaLos plazos de la hoja de ruta de los separatistas saltan por los aires

El sometimiento a una cuestión de confianza arroja más sombras sobre el calendario secesionista

Barcelona Actualizado: Guardar
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En la primera entrevista que concedió el pasado enero tras tomar posesión como nuevo presidente de la Generalitat, en TV3, Carles Puigdemont ya puso en duda los 18 meses de plazo que fijaba la hoja de ruta soberanista para alcanzar la independencia. Seis meses después, aunque el «procés» avanza en cuestiones como las ponencias sobre leyes de ruptura, ya nadie duda de que los 18 meses son poco más que un deseo. Además, el último gesto de Puigdemont para replicar al veto de la CUP a los presupuestos de la Generalitat, anunciar que se someterá a una cuestión de confianza después del verano, todavía arroja más sombras sobre el calendario secesionista.

La moción de confianza a Puigdemont será la primera que se celebre en la historia del Parlamento catalán desde la restauración de la democracia.

El «president» cesará en el cargo si pierde esta iniciativa parlamentaria. Para superar la cuestión de confianza, a Puigdemont le basta con conseguir la mayoría simple -más a favor que en contra- de los votos emitidos por los diputados. Dando por hecho que tendrá los 62 de Junts pel Sí y los 63 en contra del resto de partidos no soberanistas, de resultas, los votos de la CUP volverán a ser claves para superar el reto. Al menos dos de los diez diputados de la CUP deberían votar a favor y, el resto, abstenerse.

Si fracasa en su intento, Puigdemont cesará en el cargo, por lo que también perderá la potestad de adelantar las elecciones catalanas y elegir una fecha, exclusiva del presidente de la Generalitat.

Si no se supera la cuestión de confianza, se activa el mecanismo habitual para investir a un presidente. Con una primera votación en la que se exige mayoría absoluta y una segunda que basta con la simple. Si nadie se postula como presidente, al cabo de dos meses, de forma automática, se convocarían elecciones. Otos dos meses de retraso en una hoja de ruta secesionista que, en el mejor de los augurios, vería su final, la «independencia», para otoño de 2017.

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