Pedro Sánchez tantea a los moderados del nacionalismo catalán

Ofrece cobijo «político e institucional» a Carles Campuzano y Jordi Xuclà

Carles Campuzano y Jordi Xuclà, representantes del ala moderada del PDECat JAIME GARCÍA
Salvador Sostres

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Pedro Sánchez ha ofrecido cobijo político e institucional a los diputados del sector moderado del PDECat, liderado por Carles Campuzano y Jordi Xuclà . El presidente del Gobierno, que está convencido de su victoria en abril, no sólo no quiere cortar sus vínculos con Cataluña, ni con el catalanismo político, sino que quiere reforzarlos, y calcula que incorporando a viejas glorias de la Convergència más pragmática y pactista conseguirá un plus de legitimidad para buscar la famosa «solución política» a la que se comprometió ante Torra el pasado mes de diciembre en el palacio de Pedralbes de Barcelona.

Xuclà y Campuzano , en sintonía con el espíritu de su viejo partido, intentaron hasta el último momento convencer a Puigdemont y a su escudera, la también diputada en el Congreso, Míriam Nogueras , de la oportunidad de aprobar los presupuestos del Gobierno para asegurarse el apoyo socialista a las cuentas de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona. También Esquerra estaba en esta línea, aunque por motivos ligeramente distintos.

«Catalan friendly»

Sánchez ha ofrecido a Xuclà y Campuzano «espacio político y un cargo» que no les obligue romper con su partido, ni con sus principios, pero que le dé al proyecto del presidente un aire más transversal, abierto y, en palabras de un dirigente socialista «más catalan friendly», para desmentir de este modo la propaganda independentista de que «a la hora de la verdad, PP y PSOE son lo mismo».

En la cabeza de Sánchez están las no tan lejanas elecciones generales de 2008 en que Zapatero obtuvo el 40,5% de los votos en Cataluña , con Carme Chacón de candidata y agitando el miedo a la derecha. El lema electoral que el PSC usó para aquella campaña fue claro y visceral: «Si tú no vas, ellos vuelven».

Campuzano y Xuclà, y el sector más moderado del PDECat en Madrid, saben que Puigdemont les desprecia y que más temprano que tarde querrá depurarlos, y de ahí que Pedro Sánchez les haya ofrecido su espacio y su cargo «tanto si van como si no van en la lista del PDECat de las próximas elecciones generales».

Esquerra también espera turno para volverse a entender con Pedro Sánchez. Uno de los diputados más enfadados por la falta de acuerdo del pasado miércoles, que precipitó la convocatoria electoral, fue precisamente Joan Tardà . Los republicanos confían en la suma de izquierdas con socialistas y Podemos, y poder gobernar con esta misma fórmula en Barcelona y en Cataluña.

Con las excepciones de PP y a Vox, Pedro Sánchez tiene a todo el arco parlamentario dispuesto a pactar con él si la aritmética que deje el 28-A lo permite. Su pacto preferido es el que pudiera establecer con Ciudadanos, y es un sentimiento recíproco. Sería la segunda vez que Rivera se ofrece a los socialistas, por no mencionar la moción de censura con que propició que los socialistas desalojaran al presidente Rajoy de La Moncloa .

Con más fines que principios, y aprovechando todo lo aprovechable, Pedro Sánchez ha empezado por el catalanismo pragmático a tejer su red de complicidades para derrotar a la derecha y gobernar libre de las ataduras -políticas y morales- de la vieja guardia socialista, a la que si gana en abril, habrá derrotado ya por tercera vez, y será la definitiva.

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