Una playa de la capital balear
Una playa de la capital balear - EFE

Palma: la ciudad de la calma

La capital balear vive con su habitual tranquilidad los días previos al inicio del juicio del Caso Nóos

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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Hace poco más de un siglo el artista Santiago Rusiñol publicó el libro La isla de la calma, dedicado a Mallorca. Desde entonces, la isla en su conjunto parece haber perdido parte de la calma que le era propia, pero no así su capital, Palma, en donde el ritmo de vida es aún mucho más pausado que en otras grandes ciudades. Sólo así se puede entender que su proyecto de futuro más emblemático, el Palacio de Congresos, haya visto pasar ya a cinco alcaldes distintos a lo largo de dos décadas sin que quepa descartar que todavía pasen varios alcaldes más antes de que concluyan las obras, aún en marcha. La propia instrucción del Caso Nóos no puede ser considerada tampoco un ejemplo de celeridad, pues se prolongó por espacio de cinco años.

Pero al menos concluyó de manera definitiva hace ya varios meses.

Con algo más de 400.000 habitantes, Palma es la octava ciudad de España en población y la sexta en número de bares y restaurantes. Eso explicaría por qué una de las polémicas más importantes vividas en estos últimos meses en la ciudad ha sido si debían quitarse o no las terrazas que desde hace unos años ocupan el centro del popular Paseo del Borne. El actual equipo de gobierno municipal, que preside el socialista José Hila, era partidario de su retirada, pero convocó un referéndum para que los ciudadanos decidieran. Finalmente, las terrazas continuarán en su actual ubicación.

Otra peculiaridad de Palma, extensiva a la Comunidad, es que desde hace varias legislaturas se alternan invariable y puntualmente los gobiernos del PP y los tripartitos liderados por el PSOE, sin que haya una continuidad mayor de cuatro años. Ha habido además dos alcaldesas en esos años, Catalina Cirer por los populares y Aina Calvo por los socialistas. Esa simetría política estará presente incluso en el actual mandato, ya que el socialista José Hila será el alcalde de la capital balear durante los dos primeros años y el econacionalista Antoni Noguera lo será durante los dos restantes. Hila es quien dirige ahora el tripartito conformado por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Som Palma, que es la marca blanca de Podemos.

Hasta Podemos es menos Podemos que en otras ciudades. O dicho de otro modo y para que se entienda mucho mejor, la pasada cabalgata de los Reyes Magos, organizada por la edil de Som Palma Eva Frade, fue una auténtica cabalgata de los Reyes Magos. Dentro de una semana, el próximo 20 de enero, la ciudad celebrará la festividad de su patrón, San Sebastián, conmemoración que en principio no parece que vaya a deparar tampoco grandes sorpresas.

Esa Palma de la que no se suele hablar cuando se hace referencia a la actualidad que marcan los tribunales, es la que a partir del próximo lunes acogerá el inicio del Caso Nóos. Durante años, la corrupción fue uno de los temas principales de conversación entre los palmesanos, entre otras razones porque raro era el día en que no se imputaba a algún antiguo alto cargo del PP o de UM. Del mismo modo, era también muy frecuente ver comparecer ante el juez al expresidente autonómico Jaume Matas o a la expresidenta del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar, así como a diversos colaboradores suyos.

El ingreso en prisión de varios exdirigentes políticos, incluidos Matas y Munar, supuso una especie de catarsis y también un punto de inflexión. Los palmesanos y el resto de habitantes de la Comunidad parecen decididos a pasar página desde entonces. Muchos de ellos confían en que el último capítulo de esa época tan poco ejemplar se viva ahora con el desarrollo y la culminación del juicio del Caso Nóos.

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