El pacto con IU no aseguraría el «sorpasso» al PSOE y radicalizaría el relato de Podemos

La formación de Iglesias renunciaría a ser una fuerza política que llegara a todos los estratos sociales, justamente su estrategia desde las pasadas elecciones europeas, para encabezar una coalición que aglutinara a la extrema izquierda

Madrid Actualizado: Guardar
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Un pacto entre Podemos e Izquierda Unida (IU) para concurrir de forma conjunta a las elecciones que, salvo milagro, se presuponen para el 26 de junio, no sería suficiente para que la formación liderada por Pablo Iglesias ejerciera el «sorpasso» al PSOE, al menos si se repitieran los resultados del 20-D, como se recoge en la simulación electoral facilitada a este diario por la consultora GAD3.

Así, el PP volvería a ganar las elecciones, aunque con 7 escaños menos (116). El PSOE continuaría siendo segundo con 88 (frente a los 90 del 20-D) y Podemos-IU alcanzaría los 85 escaños, un resultado notablemente mayor que la suma de los 69 más 2 (71) escaños que Podemos e IU ostentan actualmente por separado.

Ciudadanos, por su parte, también retrocedería cuatro escaños, de los 40 a los 36.

Sobre el papel, la jugada parece maestra, pero como subraya Narciso Michavila, presidente de GAD3, en política y pese a las simulaciones, «uno más uno no son dos» y lo más normal es que el resultado de esta hipotética alianza no se conozca hasta que no haya finalizado el recuento de votos el mismo día de las elecciones. Eso sí, como indica Jordi Rodríguez Virgili, vicedecano de Comunicación de la Universidad de Navarra, si Podemos e IU acuden de la mano a los comicios, esta coalición restaría escaños a cualquiera de sus rivales. «Cuando un escaño se pierde no sólo se roba al partido más cercano ideológicamente», refuerza Virgili.

«La ventaja es que tienes más fuerza electoral, pero tienes más piezas que encajar»

En la misma línea que Michavila se muestra Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, quien tampoco cree que las matemáticas sean exactas cuando se unen varias fuerzas políticas. «Los votos no se agregan automáticamente, hay muchas factores que tienen importancia y que ahora no controlamos», suscribe el experto, quien con un sola frase sintetiza los aspectos a favor y en contra de coaliciones como esta.

«Es sensato pensar que la unión generaría mejores resultados pero no es sensato pensar que sólo hay que sumar ambos resultados», argumenta Simón. En este sentido es necesario recordar que la entrada de IU en el ya de por sí complejo tablero conformado por Podemos y sus confluencias de cara a las elecciones, complicaría un poco más cualquier negociación. Por el contrario, facilitaría a Iglesias conseguir escaños en provincias pequeñas, uno de sus puntos más débiles. «La ventaja es que tienes más fuerza electoral, pero tienes más piezas que encajar, es más difícil», especifica el politólogo.

Iglesias contra Errejón

Como señala Rubén Tamboleo, miembro del Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología e investigador de la Universidad Complutense de Madrid, en este pacto «hay dos cálculos distintos» dentro del seno de Podemos: «Uno es el de Iglesias y otro el de Errejón», lo que podría acentuar las tensiones entre ambos.

Errejón e Iglesias no viven sus mejores momentos
Errejón e Iglesias no viven sus mejores momentos - ÁNGEL DE ANTONIO

«Iglesias es optimista porque piensa que, tras los resultados del 20-D, la suma de Podemos, IU y las confluencias les coloca como primera fuerza de la izquierda», considera Tamboleo, quien confirma que, por el contrario, el número dos de la formación morada piensa distinto. «Errejón es más pragmático y cree que si se suma a IU en esta coalición, Podemos se coloca automáticamente más a la izquierda, deshaciendo el camino andado desde las elecciones europeas, cuando se colocaron más hacia el centro», suscribe el experto.

Adiós al partido para todos

Con este pacto, Podemos corre el riesgo, según el criterio de Virgili, de «perder la transversalidad, justamente la estrategia de Errejón desde las europeas». Esto, traducido, no significa otra cosa que un nuevo escenario en el que Podemos ya no podría ser ese partido que pretende llegar a todo tipo de personas, sea cual sea su ideología. «Si después de eso pactas con IU y te conviertes en el referente de la izquierda o de la extrema izquierda, puedes perder parte de ese voto transversal menos ideologizado», advierte el analista político.

«El eje ideológico sigue funcionando»

Este hecho pone de manifiesto, según Virgili, «una contradicción» en la filosofía de Podemos, que tradicionalmente ha izado la bandera de la nueva política, esa que -en teoría- no distingue entre derecha e izquierda. «El eje ideológico sigue funcionando», confirma el vicedecano, quien pone como ejemplo que Podemos y Ciudadanos no han podido llegar a un acuerdo para formar gobierno al tildarse, mutuamente, de incompatibles.

Sin embargo, para Simón esto no tiene por qué ser un inconveniente y admite que «la incorporación de IU le da un relato potente a Podemos, que ya no puede mantener el mensaje de la novedad».

Efecto Garzón

Por el momento ni Podemos ni IU han confirmado oficialmente una alianza que, además de conferirles mayor peso en el Parlamento a ambos partidos, también guarda contraprestaciones. « Podemos e IU tienen entidades separadas y esto genera la tensión lógica a la hora de reconfigurar las listas», avanza Simón, a quien Tamboleo completa. «IU negociaría por puestos clave en las listas en circunscripciones importantes», manifiesta el politólogo, quien cree que la organización liderada por Garzón apostaría por recuperar presencia en capitales como «Sevilla, Valencia, Barcelona, Asturias o Zaragoza», donde Podemos se vería obligado a ceder lugares altos en las papeletas.

Garzón es uno de los políticos mejor valorados por los españoles
Garzón es uno de los políticos mejor valorados por los españoles - EFE

Si Podemos consigue superar estas negociaciones, el «efecto Garzón» parece innegable. El diputado es uno de los políticos mejor valorados por la ciudadanía y supondría, según Virgili, «un refuerzo para ese hiperliderazgo de Iglesias». «Incorporar liderazgos corales, hacer más actos con Beiras, Oltra, o Colau desdibuja el perfil más bronco de Podemos y ahí Garzón puede ser muy útil», adelanta Simón, quien subraya que el electorado ve al malagueño «como una figura amable y conciliadora».

A falta de dos semanas escasas para disolver las Cortes, Podemos e IU no han confirmado una coalición que se quedaría a las puertas de superar al PSOE pero que no sería suficiente, en virtud de la simulación de GAD3, para alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso. Con 173 escaños, una hipotética gran coalición de izquierdas necesitaría convencer a otros tres diputados para poder sacar adelante el nuevo Gobierno. Pero eso aún son quimeras porque, visto lo visto en los últimos meses, a los políticos de este país les cuesta bastante llegar a cualquier tipo de acuerdo.

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