La obsesión mediática de Pablo Iglesias

El líder de Podemos divide a los periodistas en buenos y malos: no sabe asumir las críticas y señala con el dedo

MADRID Actualizado: Guardar
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La relación de Podemos con los medios de comunicación tiene, pese a la corta vida de la formación, varios capítulos de desencuentros. El último, el pasado lunes, cuando el partido liderado por Pablo Iglesias excluyó de un desayuno informativo a los periodistas de seis medios: «El País», la «Cadena SER», «El Periódico de Catalunya», «El Independiente», «Voz Pópuli» y «Ok Diario». Sobre esto, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) emitió un comunicado denunciando que este tipo de decisiones «supone una grave limitación de los derechos a la libertad de expresión y de información».

Uno de los que más desencuentros ha protagonizado con la prensa es el secretario general de la formación, Pablo Iglesias. En las 17 horas de debate de la moción de censura que defendió Unidos Podemos, dejó ver uno de sus «tics» habituales, la crítica a los medios de comunicación que no le son afines y la división en «buenos» y «malos» periodistas.

En los pasillos del Congreso se comentó esa «obsesión» de Iglesias por algunos medios, y la semejanza en ese punto con otros líderes populistas, como Donald Trump. También les une la afición por las redes sociales para lanzar sus críticas.

En el debate de la moción, Iglesias tuvo «predilección» por un canal privado de televisión, «13 TV», próximo a la Conferencia Episcopal, sobre el que dejó ver su nula simpatía. Lo mencionó hasta en tres ocasiones, y siempre para relacionarlo con lo "ultra": "El estilo del señor Hernando, un estilo faltón, ultra, provocador, de extrema derecha… más propio de un tertuliano de 13 TV que del portavoz del partido del Gobierno". Para atacar a Rajoy hizo lo propio: «Usted tiene otras tablas y otro estilo y le han escrito una cosa en la que uno se imagina a Hernando, en Intereconomía o en 13 TV, con ese tipo de argumentos y con ese tipo de estilo». «Yo no les pido que estén de acuerdo con nosotros en todo, pero esto son datos, no son opiniones ni argumentarios de 13 TV, señoría», volvió a decir.

Iglesias atacó con especial dureza a la televisión pública y a sus profesionales, al acusar al Gobierno de «convertir la información en una nueva versión del NO-DO». «Quizá por la nostalgia del NO-DO le viene a usted el gusto por el plasma», le soltó a Rajoy.

Además, desde su cuenta oficial de Twitter, Iglesias vierte todo tipo de opiniones sobre los medios de comunicación, sobre los periodistas, alguno señalado con nombre y apellidos, y su trabajo, y los divide en dos categorías: los que dicen la verdad y los que mienten, según su criterio. Es decir, los buenos y los malos para él. Pero, además, critica la valoración de las informaciones que realizan los medios, y se centra en las portadas para descalificarlas cuando no recogen lo que, a su juicio, debería ocupar las portadas. En el último mes y medio, Podemos ha pedido la rectificación de varias portadas, en mensajes en Twitter.

La manifestación en Sol

Una de sus tareas preferidas es la crítica a la cobertura informativa de algunos hechos y el desprestigio de los medios y de la profesión en general, al acusarles de mentir o sembrar dudas continuas sobre su independencia. Podemos criticó a los medios por no informar como les hubiera gustado a ellos de la concentración en la Puerta de Sol para apoyar su moción de censura, en la que ni siquiera llenaron la plaza, mientras la Plaza de las Ventas se abarrotaba para ver una corrida de toros. Fue el 23 de mayo, cuando criticó a ABC por su tema de portada con este comentario: «Llenar Sol pidiendo moción de censura: no existes. Asistir a escuchar la conferencia del president de la Generalitat: portada».

Los tuits de Iglesias con ataques a la prensa son continuos. El 21 de mayo retuiteó un mensaje descalificativo contra Javier Marías, quien había dicho que Podemos es lo más parecido a la Falange desde que esta feneció. «Javier Marías es lo más parecido a José María Pemán desde que feneció José María Pemán», decía el comentario. El 19 de mayo se hizo eco en su cuenta de otra descalificación a un periodista, en este caso Martín Beaumont: «Cuando el panfleto que diriges depende de la publicidad institucional de la CAM, te conviertes en un felpudo político», aseguró.

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