Muere a los 80 años el histórico líder del PCE Paco Frutos
Frutos fue también coordinador general de Izquierda Unida
«Se ha olvidado prácticamente todo lo que es el ABC de una política no dogmática ni sectaria de la izquierda. Se ha perdido la tradición, una historia, que se tiene que ir adecuando a los cambios de la sociedad, pero que tiene que seguir un camino recto». Con estas palabras, pronunciadas durante una entrevista con este diario ahora hace un año, se autorretrató mejor que con cualquier autobiografía Paco Frutos, histórico sustituto de Julio Anguita al frente del Partido Comunista de España amén de fundador de la sucursal catalana de Comisiones Obreras.
«Se tiene que construir la izquierda sin marginar a nadie», añadía entonces Frutos, quien ha fallecido este domingo en Madrid a los 80 años víctima de un cáncer. «Falleció nuestro ex secretario general Paco Frutos quien nos enseñó a ser comunistas con sencillez: reconstruir el PCE, refundar IU, luchar contra las guerras imperialistas y por la paz, tareas principales de su mandato», recordó ayer el partido en su cuenta de Twitter.
Comunismo de campo
Nacido en Calella (Barcelona) en 1939 en el seno de una familia de campesinos, Frutos trabajó en el campo hasta los 25 años y se empleó como obrero metalúrgico, estampador o auxiliar de laboratorio antes de hacer de la política un oficio de vida. Antes de eso, y mientras ejercía de payés a jornada completa, se escapaba al mercado de Sant Antoni de Barcelona a comprar libros clandestinos y, encerrado en su habitación, escuchaba a Chopin y leía a Sartre y Simone de Beauvoir.
La política, sin embargo, pudo más que la cultura y en 1963 ingresó en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Empezaba una historia de activismo y agitación que le llevó a pasar por la cárcel de Gerona y también por La Modelo de Barcelona por su militancia antifranquista y su implicación en la Asamblea de Cataluña.
Casado y con dos hijas, Frutos se estrenó como diputado en el Parlament en 1980 y a partir de ahí todo se aceleró: mudanza a Madrid a petición de Gerardo Iglesias, el entonces secretario general del PCE, cargo en la Comisión Económica y Sindical y, a partir de 1993, escaño en el Congreso.Cinco años después, en diciembre de 1998, tomó las riendas del Partido Comunista en sustitución de Julio Anguita y durante diez años, hasta 2009, lideró la formación.
Como candidato de Izquierda Unida a la Presidencia, a Frutos se le suele achacar el descalabro electoral del partido en 2000, después de que su acercamiento al PSOE se tradujese en la pérdida de 13 escaños y casi la mitad de su votantes. En 2003 dejó su escaño y en 2008, después de una década al frente del PCE, dijo basta y dejó la política.
Azote independentista
Desde entonces, Frutos transitó por un discreto segundo plano hasta que la deriva separatista le hizo volver a alzar la voz para denunciar la complicidad de las izquierdas con los partidos independentistas y la sumisión de sindicatos como UGT y CCOO al relato separatista. «Yo soy uno de los fundadores de Comisiones Obreras en Cataluña. En los años sesenta participé en las Comisiones de Cataluña en la clandestinidad. Lo que ha ocurrido aquí es una traición al espíritu de los trabajadores y espero que algún día estos dirigentes reciban lo que se merecen en las urnas», dijo, tajante, en una entrevista con ABC en pleno proceso soberanista.
En 2017, después del referéndum ilegal del 1-O, incluso se sumó a la gran manifestación de Sociedad Civil Catalana en Barcelona para reivindicar la España constitucional en la zona cero del independentismo. «Esta izquierda cómplice, que dice que no es nacionalista pero les baila el agua, ¿dónde está? ¿Qué hace que no está aquí?», dijo entonces Frutos desde la tarima en alusión a la calculada equidistancia de Podemos y sus franquicias catalanas.
En un mensaje en sus redes sociales, SCC lamentó ayer el deceso de Frutos, a quien califica de «tejedor de fraternidad», y recordó que «se sumó a las manifestaciones de Societat Civil para oponerse al proyecto antidemocrático y reaccionario del independentismo».«Un honor que fuera miembro del Consejo de SCC. Descanse en paz este hombre justo», zanjó la organización constitucionalista.
