Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias
Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias - AFP
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Miguel Bernad, el adalid de Manos Limpias acusado de ensuciarse las suyas

Discípulo de Blas Piñar, lleva veinte años al frente del sindicato que todo denuncia

MADRID Actualizado: Guardar
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Desde que en 1995 fundara Manos Limpias,Miguel Bernad Remón, se ha vanagloriado de ser el adalid de la lucha contra el delito con el lema «allí donde exista un delito, debe haber alguien capaz de denunciarlo». Veinte años después, es el secretario general de este autodenominado sindicato quien ha sido detenido, acusado de supuestas prácticas de extorsión a bancos, empresas e instituciones.

Bernard ha sido la cara visible de esta organización inspirada en el movimiento italiano de Antonio Di Pietro que ha denunciado todo presentándose como acusación popular en asuntos de toda índole. El sindicato ha estado presente en todos los casos que han protagonizado la vida judicial del país en los últimos años en los grandes casos de corrupción, desde Atutxa al «caso Nóos», aunque también en estrafalarias denuncias que han acabado archivadas.

Este abogado bilbaíno de 74 años, campechano y cercano, se erigió en azote de Manos Limpias tras concurrir a las elecciones municipales de 1995 con el partido Derecha Española que él mismo creó. Bernad había sido secretario general del Frente Nacional de Blas Piñar, el histórico líder de la extrema derecha española y tras su disolución, quiso fundar una fuerza política de similar ideología.

Anteriormente fue letrado del Ayuntamiento de Madrid, donde trabajó como asesor del polémico concejal del distrito Centro, Ángel Matanzo.

La condena del expresidente del Parlamento Vasco Juan María Atutxa por no disolver el grupo de electos de Batasuna (Sozialista Abertzaleak) después de su ilegalización en 2008 fue el primer éxito público de Manos Limpias, que ha obtenido en estos años hitos judiciales como el ingreso en prisión del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y la imputación de la infanta Cristina.

El hombre cuya vocación era «regenerar un país que es una verdadera porquería» está ahora detenido por haber coaccionado presuntamente a entidades, instituciones y personas y haberles exigido dinero a cambio de retirar querellas.

La Policía cree que Bernad era el brazo con el Ausbanc completaba mediante la presentación de querellas su estrategia de extorsión a bancos para enriquecerse. A cambio, la asociación que preside Luis Pineda financiaba a Manos Limpias.

Bernad afronta además otra querella presentada por la Fiscalía en un juzgado de Madrid contra él y la abogada del sindicato Virginia López por supuesto delito de apropiación indebida de 108.000 euros por la contratación de unos servicios profesionales a una plataforma de afectados de la estafa en la inversión de sellos de Fórum-Afinsa.

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