Medio millar de personas piden en Madrid la absolución de los encausados por el caso Blanquerna

Más de medio millar de personas se han manifestado este sábado en Madrid para «denunciar un atropello manifiesto que es la sentencia del Tribunal Supremo sobre unos hechos ocurridos hace unos tres años», cuando un grupo de ultraderecha atacó la librería Blanquerna, sede del Gobierno catalán en Madrid, durante el acto de celebración de la Diada, el 11 de septiembre de 2013.

En declaraciones a Europa Press Televisión, uno de los organizadores de la manifestación, Jesús Muñoz, ha criticado la «sentencia que va a meter en prisión a 14 patriotas cuyo único delito ha sido defender España». A su juicio, los encausados «lo único que hicieron fue impedir durante un minuto un acto antiespañol, hispanofobo y separatista» sin agredir a nadie, «solo con consignas y con banderas nacionales»

, ha descrito.

Muñoz se ha quejado de que «el sistema les ha castigado primero con una pena de telediario, luego a un juicio político y después el Tribunal Supremo, ante un recuso de la propia Generalidad de Cataluña y la fiscalía, es decir, el Gobierno, los va a mandar a los 14 a la cárcel durante 4 años».

Uno de estos acusados es el jefe nacional de la Falange, Manuel Andrino, quien ha denunciado su procesamiento por un sistema «injusto y presuntamente democrático». El jefe del partido fascista ha descrito el día de lo sucedido, el 11 de septiembre, cuando irrumpieron «en un acto de deslealtad y traición a la patria celebrado en una presunta embajada de Cataluña en Madrid». Sobre su futuro, Andrino ha afirmado que por encima de su futuro personal «está el futuro de todos los españoles».

Tras la marcha, que ha partido poco después de las 11.30 de la mañana desde la Puerta del Sol de Madrid hasta la librería catalana, situada a unos 600 metros, otros dos de los encausados han leído sendos manifiestos. José Pedro Cruz ha negado que gritos como «No nos engañan, Cataluña es España» o «Catalanidad es hispanidad» sean considerados delitos de odio, o Pedro Chaparro, quien se ha sentido «desamparado por unas instituciones inoperantes que permiten todo tipo de insultos a España».

Entre los manifestantes se han podido escuchar los mismos gritos que aquel 11 de septiembre junto con banderas preconstitucionales con banderas y símbolos franquistas.