La madre que confesó haber matado a su hija de diez años en Girona estaba en tratamiento psiquiátrico. Aun así, ayer la juez consideró que estaba en perfectas facultades para asistir a la reconstrucción. Tras cometer el crimen, envió un mensaje a un periodista explicándole, con mucha frialdad, que primero la había adormecido con pastillas y que después la había asfixiado en la bañera. Hoy los vecinos han mostrado su dolor por lo ocurrido.-Redacción-
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión