Mucho han cambiado las cosas en un pequeño pueblo de Ourense en los últimos días tras la llegada de 19 ucranianos. Los niños vuelven a llenar las calles de San Xoán de Río. Es el pueblo más envejecido de Galicia con 500 habitantes. Muchos mayores y casi ningún niño. Hasta que llegaron Ieva, Sofia, Bordan o Arina. Cinco familias de refugiados ucranianos con 9 menores. En la partida diaria apuestan porque se queden para devolver la vida al pueblo. Viven en este albergue. Integrándose ya en una España vaciada que también necesita de grandes familias.-Redacción-
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