El latiguillo de Montero para no aclarar por qué Moncloa censuró su opinión sobre Melilla
La ministra portavoz no permitió a Montero hacer una valoración sobre el asalto a la valla en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del lunes
La ministra de Igualdad considera que las imágenes y las muertes del asalto a la valla «son insoportables y tremendamente dolorosas»
En la rueda de prensa del Consejo de Ministros del lunes se produjo un momento inédito con la ministra portavoz e Irene Montero. La tensión se disparó en la sala cuando hasta en cinco ocasiones la portavoz Isabel Rodríguez impidió a la ministra de Igualdad y número dos de Podemos hacer valoraciones sobre el asalto a la valla de Melilla y la actuación policial marroquí que terminó con 27 víctimas mortales.
Ayer, fuera del Palacio de la Moncloa, la ministra de Igualdad sí habló: «Los hechos que hemos visto son insoportables y tremendamente dolorosos». Además, Montero defendió la necesidad de una «investigación independiente» como pide Unidos Podemos en el Congreso. La ministra y líder de Podemos, Ione Belarra , presiona en el Gobierno para conseguirlo. Lo más llamativo de Montero, sin embargo, fue cómo ayer evitó mediante un latiguillo aclarar por qué Moncloa la censuró ante la mirada sorprendida de los periodistas.
—¿Por qué no habló ayer?, dijo una periodista
—«Como les digo, siempre me van a tener disponible», respondió Montero.
—Pero fueron cinco veces las que la portavoz no le dejó hablar
—«Me van a tener siempre a disposición para conocer mi opinión»
—Ayer le pidieron la opinión y no la dio...
—«Como les digo siempre me van a tener disponible para conocer mi opinión»
—Pero ministra, ¿esto fue una orden del PSOE?
—«Les insisto; siempre me van a tener disponible para conocer mi opinión...»
Unidas Podemos mantiene una posición diferente a la de los socialistas ante este asunto. Mientras Moncloa evita un enfrentamiento con Marruecos y el presidente insiste en culpar a las mafias de tráfico de personas, Unidas Podemos denuncia la «violencia» marroquí y le exige al presidente una condena rotunda de la «tragedia» de Melilla.
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