José Castro, el juez que se mete en todos los charcos

La última vez ha sido la carta enviada al juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, para irrumpir en la investigación que afecta a Ausbanc y Manos Limpias

Madrid Actualizado: Guardar
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A José Castro, no se le pueden negar muchas virtudes -capacidad de trabajo, valentía, perspicacia a la hora de interrogar, simpatía...-, pero tampoco que le pierde un indomable afán de protagonismo que le hace pisar muchos charcos, incluso aquellos que no le corresponden. La última vez ha sido la carta enviada al juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, para irrumpir en la investigación que afecta a Ausbanc y Manos Limpias, precisamente la única parte personada en el caso Nóos que le acompañó en su idea de imputar a la Infanta Cristina.

No se entiende por qué el juez necesitaba comunicar unos hechos a Pedraz que son neutros para su investigación; ni tampoco la razón que le lleva a hacer una serie de elucubraciones sobre supuestas propuestas que Roca le iba a hacer en esa presunta reunión clandestina que le propusieron; ni siquiera es comprensible que si esa cita era tan grave no abriera él mismo una investigación ni, finalmente, que hable con Pedraz a través del teléfono del decano de los juzgados de Palma porque sospecha que tiene su teléfono intervenido y no lo comunique a la Policía para que investigue esa intolerable intromisión en su intimidad...

Lo malo de estas incoherencias es que alguien, siguiendo el mismo juego de sospechas del magistrado, podría pensar que ha actuado movido por el temor a que Manos Limpias sea expulsado del caso Nóos, o por amistad con su letrada y compañera ocasional de copas Virginia López Negrete.

Un juez de instrucción tiene demasiado poder como para no ser muy cuidadoso. Ya se equivocó al conceder entrevistas el mismo día que comenzó el juicio del caso Nóos. También cuando dijo que de no haber pedido la prórroga como magistrado se habría presentado en las listas de Podemos, mientras instruye una causa, la de Son Espases, en la que ve financiación ilegal del PP.

Castro debe rectificar; nadie tiene crédito ilimitado.

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