Interior «vacía» las cárceles andaluzas de presos etarras, según la AVT
Acercan a otros seis terroristas, entre ellos el histórico Troitiño y el asesino de la niña de Santa Pola, que suman ya 83 internos beneficiados entre traslados y terceros grados
Interior niega que el acercamiento de presos etarras a cárceles próximas al País Vasco suponga el fin de la política de dispersión o una concesión a los nacionalistas, un argumento del que discrepan las víctimas a la vista del acelerón que se ha producido en esos traslados, del goteo continuo y del cambio de condiciones. El último paquete, del que ha informado hoy la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha beneficiado a seis miembros de la banda, entre ellos al histórico Antonio Troitiño y a Andonio Otegi, uno de los autores del atentado contra la casa-cuartel de Santa Pola (Alicante) en 2002 en el que murió una niña de seis años y Cecilio Gallego, de 57. Otegi abandonará el centro penitenciario de Almería e ingresará en el de Logroño.
Con ellos son ya 72 los miembros de la banda que tras aceptar la legalidad penitenciaria y en algunos casos desvincularse de ETA y comprometerse a hacer frente a su responsabilidad civil han sido trasladados a centros más cercanos al País Vasco . A ellos hay que sumar los once terceros grados concedidos por jueces de Vigilancia Penitenciaria.
Andoni Otegi ingresó en prisión el 17 de octubre de 2008 y cumple una condena de 30 años por los delitos de atentados, estragos, depósito de armas y municiones, y robo de vehículo. Cumplirá las tres cuartas partes de la condena en abril de 2031. Fue condenado también por el asesinato del concejal de UPN José Javier Múgica en 2001 y, como el resto de los trasladados «acepta la legalidad penitenciaria y ha manifestado su intención de hacer frente a su responsabilidad civil».
De los seis etarras movidos de prisión , el único que no estaba en una cárcel andaluza era Troitiño , ingresado en Estremera y que seguirá cumpliendo la condena de 5 años y 11 meses en la prisión de Soria. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denuncia que este es claro un ejemplo de lo que está ocurriendo con los internos etarras: Interior, dicen, está «vaciando» las cárceles andaluzas de presos de la banda. Otegi estaba en Almería; Aitzol Maurtúa, que cumple 20 años, en Huelva y será conducido a Dueñas (Palencia); Víctor Franco, condenado a 20 años también estaba en la prisión onubense y seguirá cumpliendo en Estremera. Intentó asesinar a dos agentes de la Ertzaintza el 5 de agosto de 2001 en Portugalete (Vizcaya) con 'cócteles molotov'.
Once víctimas mortales
Mikel Arrieta Llopis pasará de Algeciras a Soria para seguir su pena de 30 años y Agustín Almaraz Larrañaga estaba internado en Puerto I (Cádiz) y ha sido trasladado a Estremera. Lleva en la cárcel desde 1995 y cumple 30 años. Los cinco suman once víctimas mortales. «La decisión es legal, faltaría más, el problema es dónde lo encajamos», reflexiona Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la AVT. «Prisiones argumentaba que más del cincuenta por ciento de los etarras seguían cumpliendo de Madrid para abajo, pero eso ya no es real. Ahora más del 60 por ciento están al norte de Madrid», dice en alusión al acercamiento.
De los 201 presos que a día de hoy siguen encarcelados, las víctimas dan por hecho que un centenar acabarán asumiendo la legalidad penitenciaria y, por tanto, beneficiándose del acercamiento. La AVT en una reunión mantenida hace dos semanas con el secretario general de Instituciones Penitenciarias le planteó de forma clara si esto no suponía una derogación fáctica de la política de dispersión. Ángel Luis Ortiz lo negó e insistió en que se evalúa caso a caso de forma individual.
Ladrón de Guevara contradice esta percepción. «Es una estrategia. No lo decimos nosotros, sino ellos. Asumen la legalidad penitenciaria como método de lucha para vaciar las cárceles . Ese fue el titular de Gorka Fraile, ya en libertad, en Gara y eso es lo que dice el colectivo de presos». La AVT, una vez más, tuvo que avisar a las víctimas de los últimos «arrepentidos», de estos movimientos.
«Todos los que no tuvieron ningún tipo de humanidad con sus familiares, hasta el punto de asesinarles a sangre fría, hoy el Gobierno de España les complace con el humanitario gesto de poder cumplir sus condenas cerca de sus familiares», señaló la asociación en un comunicado.
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