Miembross del Estado Islámico recibiendo instrucciones
Miembross del Estado Islámico recibiendo instrucciones - ABC
Lucha antiterrorista

Interior controla a 198 presos para que la yihad no reclute en cárceles españolas

El «Programa de Intervención con Internos Islamistas en Centros Penitenciarios», actualizado en agosto de 2014, se está mostrando como un instrumento muy eficaz en la lucha contra este terrorismo

Madrid Actualizado: Guardar
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Uno de los instrumentos que se está mostrando más eficaz en el combate contra el terrorismo yihadista es el «Programa de Intervención con Internos Islamistas en Centros Penitenciarios». Un ambicioso plan para evitar que las cárceles siguieran siendo lugar de reclutamiento de futuros yihadistas. Desde prisión, cabecillas de redes yihadistas detenidos llegaron a planear atentados, afortunadamente frustrados por las Fuerzas de Seguridad.

Resulta que individuos, sobre todo originales de países mayoritariamente musulmanes, que ingresaban en prisión para cumplir condena por delitos comunes, como tráfico de drogas o robos, caían allí en manos de líderes islamistas. De tal forma que cuando recuperaban la libertad lo hacían sumidos en un proceso de radicalización extrema, convertidos en terroristos listos para atentar.

El programa permite a Instituciones Penitenciarias hacer un seguimiento y controlar, tanto a los reclutadores como a aquello susceptibles de ser adoctrinados.

Cerca de un millar de controlados

En enero de 2013, el número de reclusos sometidos a vigilancia era de 92. En enero de 2014, la cifra ascendió a 110. En agosto de ese año se actualizó el Plan, mucho más ambicioso. Y en enero de 2015 el número de presos sometidos a seguimiento se incrementó hasta 117.

Según los datos de 6 de noviembre, a los que ha tenido acceso ABC, Instituciones Penitenciarias controla a 198 presos. De ellos, 85 integran el grupo A, esto es, internos preventivos o condenados por actividades yihadistas que pueden reclutar. Es el grupo más fijo. Además, 28 están incluidos en el grupo B. No nesariamente están en la cárcel por terrorismo, pero se considera aconsejable controlarles ante las evidencias de se dedican a captar futuros muyahidines. Y, 85 están en el grupo C. Se trata de reclusos que cumplen condena o están preventivos por otros delitos, como narcotráfico, robos..., pero, por su perfil, son fácilmente radicalizables. Es el grupo que más cambia, porque si se acredita que no han caído en manos de la yihad son excluidos del mismo y, por el contrario, van entrando otros con indicios de que pueden o han sido ya captados. De tal forma que en los últimos años han podido ser controlados, de una u otra forma, cerca del millar de presos sospechosos de estar vinculados con el radicalismo islamista. Fuentes de Instituciones Penitenciarias subrayan a ABC que el citado programa constituye «una pieza clave en la lucha contra la el terrorismo yihadista, ya que ayuda a combatirlo más allá de los muros de las cárceles».

Más de 6.500 presos musulmanes

Uno de los factores que facilitó que los centros penitenciarios fueran centro de radicalización e incluso reclutamiento fue la alta concentración de internos musulmanes procedentes del Magreb. También la tolerancia que ha habido hasta hace no mucho para que imanes sin control pudieran aceder a las prisiones y transmitieran a los reclusos un discurso inspirado en el salafismo, la versión más integrista y medieval del Islam. El Programa ha procedido a dispersar a los líderes radicales y a separarlos de otros presos para evitar que pongan en práctica su capacidad de influencia. En las cárceles españolas se agrupan más de 6.500 presos procedentes de países de mayoría musulmana. Sobre todo, originarios de Marruecos y Argelia

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