Juan Ignacio Zoido visita el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas
Juan Ignacio Zoido visita el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas - EFE

Interior abrirá consultas con las unidades policiales y los sindicatos para desarrollar el cambio de estructura

Mandos de la Policía y la Guardia Civil creen que la desaparición de sus direcciones adjuntas operativas facilitará un mayor control de la cúpula política del Ministerio

MADRID Actualizado: Guardar
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Cualquier cambio provoca recelos, y el de la estructura del Ministerio del Interior, con la desaparición de las direcciones adjuntas operativas de la Policía y la Guardia Civil no iba a ser menos. Nadie discute que Juan Ignacio Zoido tiene toda la legtimidad para hacer los cambios que considere oportunos, pero muchos altos mandos consultados por ABC han echado de menos que se les hubiese tenido en cuenta.

Desde Interior se asegura que se han pedido informes a todas las unidades, que se han consultado expertos y que se han recogido muchas de sus sugerencias. Eso sí; admiten que ha sido unas modificaciones hechas «con reservas», tantas que ni siquiera los hasta ayer directores adjuntos -el comisario principal Florentino Villabona y el teniente general Pablo Martín Alonso-tenían la menor idea de lo que se cocía...

No obstante, ayer mismo fuentes del Ministerio del Interior aseguraban que para el desarrollo de esa nueva estructura se va a pedir la opinión de todas las unidades de ambos Cuerpos y también de los sindicatos, que ayer se mostraban indignados por no haber sido informados de las reformas. Incluso, los de la Policía plantaron a su director general, Germán López Iglesias, y se levantaron de la reunión del Consejo de la Policía que se iba a celebrar ayer.

«Lo que se ha diseñado hasta ahora son los primeros y segundos escalones», aseguraron desde Interior, y queda por definir el resto del organigrama. De momento las cuatro Jefaturas de la Policía y Mandos de la Guardia Civil -Seguridad Ciudadana y Coordinación; Información, Investigación y Ciberdelincuencia, Recursos Humanos y Formación, y Logística e Innovación- serán ocupadas por sus actuales responsables salvo la de Investigación, en la que se designará un responsable en funciones.

El desarrollo completo de la estructura no podrá estar preparado hasta octubre, aunque podría retrasarse porque ese mes y el de septiembre, con el desafío secesionista en el horizonte, puede ser especialmente complicado. Solo entonces se conocerán todos los nombres del nuevo equipo.

La práctica totalidad de los altos mandos consultados -solo alguno prefiere esperar un tiempo prudencial para estudiar los cambios antes de pronunciarse- muestran recelos ante la modificación. Por la forma en que se ha hecho -hay algunos que se sienten ninguneados porque no se ha pedido su opinión-, por el momento elegido -con el desafío secesionista en el horizonte- y por la fórmula elegida, que consideran que retrotrae a épocas pasadas.

Desde el Ministerio se insiste en que un proceso como este requiere discreción, señalan que Moncloa ya había exigido a todos los ministerios que presentasen las modificaciones de estructuras que considerasen necesarias y consideran además que esta cúpula «más horizontal» es más adecuada para enfrentarse a retos como el del terrorismo o la ciberdelincuencia.

La lectura que se hace tanto en la Policía como en la Guardia Civil es que esta nueva estructura permitirá un mayor control de las investigaciones y decisiones por parte de la cúpula política del Ministerio, que considera que los DAO probablemente habían acumulado demasiado poder. Manifestación patológica de este fenómeno fue la actuación en la Policía de Eugenio Pino, que según el que fue su director general, Ignacio Cosidó, llegó a tomar decisiones sin su conocimiento.

Pero quizá lo que más ha dolido es el tratamiento recibido por Martín Alonso y Villabona. Si al primero se lo comunicó su director el miércoles por la noche por teléfono en plenas vacaciones, el segundo se enteró el mismo jueves por la tarde por el suyo, casi al mismo tiempo que los medios de comunicación. «La orden de que se les comunicase se dio el miércoles por la mañana», asegura Interior. «Son dos profesionales ejemplares y no merecían ese trago amargo», replican los compañeros de ambos.

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