Nuevo pinchazo en las primarias de Podemos: 12% de participación
Pablo Iglesias sale reforzado del proceso y revalida su cargo al no tener ningún rival potencial
La tónica generalizada del desplome en la actividad interna de Podemos ha salido a relucir: sus primarias se han cerrado con 60.038 votos, un 12% de su censo . Aun así la formación ha celebrado que «es la participación más alta en una votación de estas características», pero lo cierto es que supone casi cuatro puntos porcentuales menos que en la consulta de 2015 si se compara el total de inscritos actual con el de hace tres años.
El secretario general de la formación, Pablo Iglesias, ha obtenido un total de 53.524 apoyos . Respecto a la lista de parlamentarios, los más votados han sido la portavoz parlamentaria, Irene Montero; el secretario de Organización, Pablo Echenique –que se presentá por primera vez–; el diputado Alberto Rodriguez; la portavoz parlamentaria adjunta, Ione Belarra; el secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular, Rafa Mayoral; y la coportavoz, Noelia Vera. Estos resultados le sirven a Pablo Iglesias para revalidar su cargo tras no enfrentarse a ningún rival.
Los datos ofrecidos por el partido cifran que para esta ocasión votaron 60.038 personas de las 498.253 que estaban inscritas hasta que comenzó el proceso para elegir al candidato morado a la presidencia del Gobierno y a sus nuevos parlamentarios. La consulta de 2015, en cambio, finalizó con 89.724 votos de 375.000 inscritos, es decir, el 15,8% de la movilización de su censo. En otras palabras, que aunque sí han logrado 218 sufragios más que en la anterior consulta, el porcentaje de participación ha caído cuatro puntos respecto a hace tres años porque el censo actual es de 123.250 personas más.
Pero a pesar de la desmovilización, el resultado es válido toda suerte de haber superado el porcentaje necesario: el reglamento estipula que ha de alcanzarse el 10% de inscritos o el 20% de inscritos activos. Y, aunque ligeramente, sendas marcas se superaron, 12 y 22,3%, respectivamente . Los dos puntos por encima del umbral se convierten así en un balón de oxígeno para Podemos, que en la última semana lanzó una fuerte campaña de llamamiento a sus acólitos para que colaborasen por temor a que no se consiguiera validar la consulta.
No haberlo logrado habría sido un fuerte varapalo para Iglesias. Por un lado, porque habría multiplicado el descontento que sobrevuela al partido desde el batacazo de las andaluzas. Y, por otro, porque ni siquiera podría presumir de la movilización necesaria en unas primarias muy criticadas por la falta de competidores. Ninguno de los 91 precandidatos a liderar el partido consiguió superar los mil avales requeridos para concurrir.
La receta de las primarias, convocadas por la Ejecutiva muy apresuradamente por miedo a unas elecciones generales anticipadas, no cuajó en los sectores críticos con el sistema oficialista. La parte Anticapitalista de la formación, liderada por Miguel Urbán y Teresa Rodríguez, decidió no participar después de exigirle al líder de la formación que paralizase el proceso. Tampoco se presentaron los «errejonistas» , que ahora centran sus esfuerzos en la candidatura a presidir la Comunidad de Madrid que encabeza Íñigo Errejón. Iglesias negó esta semana en RNE la falta de pluralidad, defendió la legitimidad del proceso y vaticinó una «buena» participación. «Hemos tratado de hacer un equipo lo más plural posible», expresó, en relación a la lista que lidera para el Congreso, aunque sí admitió que le hubiese gustado más «competitividad». Respecto a demanda civil del colectivo de militantes «Nuevo Impulso», dijo que «quien quiera ir a los tribunales está en su derecho».
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