Pablo Iglesias este sábado durante la primera reunión del Consejo Ciudadano Estatal
Pablo Iglesias este sábado durante la primera reunión del Consejo Ciudadano Estatal - EFE

Iglesias manda: Montero gana, Espinar pierde y Errejón sobrevive

Ambos pactan que el exportavoz compita con Cifuentes en 2019 por la Comunidad de Madrid

Madrid Actualizado: Guardar
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Íñigo Errejón podía haber salido muerto políticamente del Consejo Ciudadano de Podemos. Pero no fue así. El vínculo personal que mantiene con Pablo Iglesias, dañado pero todavía existente, le mantiene a flote. Como se esperaba, perdió la portavocía en el Congreso de los Diputados en favor de Irene Montero. También desaparece su secretaría política, aunque permanece en la nueva Ejecutiva como responsable de Análisis Estratégico y Cambio Político. Pero lo más relevante es que ayer tomó cuerpo la posibilidad de que sea el candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

En un Podemos en el que Iglesias se ha reforzado como único líder posible en estos momentos, el debate respecto a su sucesión es un juego de posiciones soterrado.

Por eso Iglesias tiene que gestionar ahora cómo explica a sus afines que haya posicionado y apoyado a Errejón para esa carrera. Una eventual victoria le colocaría en una posición privilegiada. Una derrota podría acabar con su carrera política. Pero la disyuntiva era estar acabado ahora. Muchos de quienes le rodean hubiesen apostado por dejar al exportavoz descabalgado políticamente. También muchos de quienes rodean a Errejón reconocen en privado sus dudas respecto a la conveniencia de que se haya plegado tanto a Iglesias. No es un pacto entre pablistas y errejonistas. Es un pacto entre Iglesias y Errejón.

«Objetivo estratégico 2019»

Iglesias y Errejón salieron ayer con el mismo mensaje. Ninguno de los dos quiso confirmar la candidatura para las autonómicas, pero ambos fueron suficientemente explícitos. En primer término Errejón planteó que Podemos «redoblará la apuesta estratégica para 2019», algo que ya había apuntado Iglesias en su intervención inicial abierta a los medios.

Más claro fue Iglesias. «Ojalá finalmente Íñigo apueste por encabezar una candidatura y ganar unas primarias para ganar después la Comunidad de Madrid. Me encantaría que lo hiciera», Pero el secretario general llegó incluso a comprometer su apoyo en caso de que Errejón decida dar el paso: «Si me preguntan mi opinión creo que Íñigo es un candidato ganador allá donde se presente. Por supuesto que hemos valorado estratégicamente lo que significa redoblar la apuesta para 2019. Si me preguntan mi opinión, sobre la capacidad de Íñigo Errejón para ganar esas primarias y después para ser presidente de la Comunidad de Madrid, si decide hacerlo, contará con todo mi apoyo y estoy convencido de que ganará».

Errejón tenía todas las papeletas para ser el gran damnificado del día de ayer. Pero la figura que quedó sin duda más descolocada fue la de Ramón Espinar, secretario general del partido en la Comunidad de Madrid, que ve cómo se le cierra su camino político más claro. Hace apenas tres meses ganaba las primarias en la Comunidad de Madrid como representante del pablismo y en una candidatura conjunta con los anticapitalistas. Esa es hoy la realidad de la dirección de la Comunidad de Madrid, en la que el sistema de elección utilizado le permite controlar el 80% del Consejo Ciudadano autonómico.

Espinar, visiblemente contrariado, vino a aceptar la situación: «Ha habido conversaciones en las que se ha manifestado que Íñigo Errejón quiere ser candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid», señaló Espinar, que no dudó en asegurar que renunciaría a ser candidato a estas primarias. «Creo que hay una cosa que se dice en política y es que hay que tener mucha responsabilidad y mucho coraje para dar pasos al frente. También hay que tener responsabilidad para dar pasos a un lado y dejar paso a otros compañeros cuando eso es mejor para el proyecto».

Pero en sus palabras se deslizó que la apuesta de Iglesias no es solo en clave electoral sino en lógica interna: «Si esto contribuye a la unidad es una buena opción. Va a tener mi apoyo». La gran incógnita ahora es cómo se mantiene la alianza con los anticapitalistas, que ayer fueron los más críticos. El eurodiputado Miguel Urbán denunció que esto «no es un cambio de cromos» y pidió «respetar la democracia interna y cómo se eligen unas primarias». Tanto él como Beatriz Gimeno, los dos representantes de la corriente más radical del partido en el Consejo Ciudadano, se abstuvieron en la votación para elegir el nuevo Consejo de Coordinación (Ejecutiva), en las que pablistas y errejonistas votaron a una.

Un Gobierno en la sombra

La nueva dirección tendrá quince miembros: once pablistas, tres errejonistas y un anticapitalista. Para la opinión pública el cambio más relevante será que la diputada Noelia Vera se repartirá la portavocía del órgano con el secretario de Organización, Pablo Echenique. Es en este organigrama donde se ve cómo Errejón pierde su poder interno en el ámbito nacional a corto plazo. También se eligió ayer la composición de lo que Iglesias denominó como un «Gobierno en la sombra». Diseñarán las políticas del partido. Lo compondrán la mayoría de miembros de la Ejecutiva, además de figuras como Carolina Bescansa, el ex JEMAD, Julio Rodríguez, el economista Vicenç Navarro y para el que Iglesias recupera al fundador y exdirigente Juan Carlos Monedero.

Relevo de Bescansa y del errejonismo

Además del relevo de Íñigo Errejón como portavoz en favor de Irene Montero, el Consejo Ciudadano aprobó más cambios en el grupo parlamentario. El más relevante es que Carolina Bescansa dejará la secretaría general a Txema Guijarro. También gana peso la diputada Ione Belarra, que pasa a ser portavoz adjunta.

La pérdida de poder de Errejón se traslada a sus afines. Desde ayer Clara Serra ya no es Responsable de Igualdad o Jorge Moruno de Discurso. Todos estarán integrados en las áreas sectoriales del Consejo, pero han sido recolocados y mezclados para evitar el protagonismo de los errejonistas. También en las areas de prensa, argumentario, redes o cuestiones más técnicas pierden dejan de ser responsables aquellas personas que se habían significado con Errejón.

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