Sólo unos tímidos aplausos por las últimas altas, rompen el silencio que reina ahora en un hospital milagro prácticamente vacío. Las camas sin pacientes quedan poco más de 100. Sin estrenar se acumulan las sábanas y el movimiento de los sanitarios apenas se percibe de lejos. No hay ingresos desde hace días, la batalla aquí está casi ganada. Por estas instalaciones, construidas en tiempo récord, han pasado cerca de 4.000 enfermos de coronavirus. 16 han perdido la vida. Este pabellón 9 se quedará como está, al menos hasta finales de junio, para ver la evolución del virus.-Redacción-
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