La Guardia Civil no ve un delito de odio en el nuevo ataque de Alsasua

Varios amigos del agresor, que pasará hoy a disposición judicial, ayudaron a que la reyerta nocturna no fuera más grave

Una patrulla de la Guardia Civil en Alsasua (Navarra) JAIME GARCÍA

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La noche del miércoles al jueves, un agente de la Guardia Civil resultó herido leve mientras identificaba a un grupo de jóvenes que, con motivo de la fiesta de los quintos de Santa Águeda, en la localidad navarra de Alsasua, volcó varios contenedores en medio de una calle pasadas las seis de la madrugada. Los hechos hicieron revivir la brutal agresión que sufrieron dos agentes del Cuerpo en la misma localidad en octubre de 2016 y por la que la Fiscalía, en un primer momento, acusó de terrorismo a los involucradas en los hechos. Finalmente, el Tribunal Supremo rebajó las condenas y dictó penas que oscilaron entre un año y medio y nueve años y medio de prisión para los detenidos. Fuentes oficiales del Instituto Armado aseguran que ambos casos no son equiparables.

«No tienen nada que ver», insisten desde el Cuerpo, una versión que respalda la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). En ambos casos, sus portavoces coinciden al señalar que el contexto en el que se produjeron las dos agresiones es distinto. En octubre de 2015, los atacantes «identificaron a los agentes cuando estaban fuera de servicio, les esperaron fuera del bar y después les pegaron», argumentan, mientras que en esta ocasión, según revelan fuentes conocedoras del caso, los amigos del agresor incluso contribuyeron a evitar que el incidente fuera más grave al disuadir al atacante de que lanzara una botella contra los agentes. El cabecilla, finalmente, estrelló la botella contra una pared que se encontraba en la dirección opuesta a los guardias y el grupo al completo se marchó.

Los efectivos de la Guardia Civil, no obstante, procedieron ayer por la tarde a la detención del agresor al que se le atribuirá un delito de atentado contra la autoridad después de que propinara una patada al agente que resultó herido leve. Se espera que el detenido pase hoy a disposición judicial .

Un clima social difícil

Que la Guardia Civil no aprecie un delito de odio en este caso no representa un impedimento para que desde la AUGC denuncien las difíciles condiciones bajo las que trabajan los efectivos desplazados a Navarra o el País Vasco. En un comunicado, la asociación lamenta que los agentes de dichas zonas estén «lejos de poder llevar una vida con normalidad».

Medidas como la retirada de las competencias de tráfico al Cuerpo en Navarra, en la agenda del Gobierno de la región encabezado la socialista María Chivite, tampoco ayudan a que los integrantes del Instituto Armado puedan trabajar con normalidad en zonas tradicionalmente conflictivas para la Benemérita. En este sentido, la AUGC agradece en su comunicado el papel que jugó la Policía Foral con su «rápida intervención», además de destacar la importancia de la colaboración entre cuerpos en un momento en el que está cuestionada.

En este sentido, hoy se celebrará una concentración en Pamplona en apoyo a la Guardia Civil ante la posibilidad de que se le retiren las competencias de tráfico en Navarra. Se espera que acudan representantes del PP, Vox y Ciudadanos.

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