Moción de censuraEl Gobierno resalta la fortaleza de PP, PSOE y Cs frente al desafío secesionista

Más que satisfacción, en el Gobierno había ayer euforia cuando acabó el debate de la moción de censura de Podemos. Nada más conocerse el resultado, el presidente Rajoy comentó en los pasillos del Congreso que se sentía «contento y animado» para continuar con su labor, que «no es fácil pero que cada vez da mejores resultados». Según el presidente, la moción ha servido para mostrar el rechazo de la inmensa mayoría a «radicales, extremistas y personas con comportamientos bastante poco saludables para el tiempo que vivimos».

El próximo «examen» de Rajoy será el de la aprobación del techo de gasto de los Presupuestos de 2018, para lo que necesita cerrar un acuerdo antes de fin de mes.

Fuentes del Gobierno dan por hecho que el PSOE no estará en ese pacto, que esperan cerrar con los mismos apoyos que tuvieron en las cuentas de 2017.

De momento, en el Ejecutivo creen que Rajoy ha salido claramente reforzado del debate de la moción de censura, y queda en una mejor posición política para afrontar los próximos pasos de esta legislatura en minoría. «Lo que le dio oxígeno a Rajoy fue aprobar los Presupuestos en mayo, esto le ha fortalecido ahora más», comentan en su equipo.

De los dos días de debate, en La Moncloa extraen un mensaje especialmente importante en este momento: la fortaleza de la unidad del PP, PSOE y Ciudadanos para hacer frente al desafío independentista. Desde el Gobierno se valoró de forma muy especial la posición expuesta por el portavoz socialista, José Luis Ábalos, en defensa de la Constitución y de la soberanía nacional, en vísperas de un verano que puede ser muy caliente ante los pasos que están dispuestos a dar los secesionistas.

El Ejecutivo sigue en permanente contacto con el PP, el PSOE y Ciudadanos para tener una posición sin fisuras en cada decisión que se tome, y después del debate de estos días ha quedado aún más tranquilo al escuchar a sus portavoces.

Pero más allá de la respuesta ante el desafío secesionista, el Gobierno quería observar con atención la intervención del PSOE de Sánchez. Su conclusión es que este debate ha servido para la reubicación interna de los socialistas, pero también ha sido de «tanteo» entre este partido y Podemos, y una «oportunidad perdida» para el principal partido de la oposición, si quería desmarcarse de Iglesias y poner distancias.

Al contrario, en La Moncloa creen que el PSOE ha dado «oxígeno» a Pablo Iglesias, al tenderle la mano para un acercamiento futuro: «Los socialistas se han equivocado absteniéndose en la moción, le han dado un respiro a Iglesias».