El Gobierno frenará una presidencia simbólica de Puigdemont
Advierte a Roger Torrent que estaría en una situación «muy delicada» si desobedece al Tribunal Constitucional
En La Moncloa están a la espera de que se produzca el p róximo movimiento en el Parlamento catalán . «Es una situación etérea», comentaron fuentes del Gobierno, en alusión a la parálisis que ha impuesto el presidente del «Parlament», Roger Torrent , tras aplazar la investidura del prófugo Puigdemont. En el equipo de Rajoy tienen «analizadas y detalladas» todas las respuestas a los pasos que puedan dar los independentistas a partir de ahora, y la conclusión es firme: la presidencia simbólica que pretenden para Puigdemont es «imposible» e ilegal, y por tanto se frenará si se traduce en una ley o una votación.
La creación de una asamblea paralela de cargos electos se sitúa también al margen de la ley. Favorecer cualquiera de esas dos iniciativas, advierten desde el Gobierno, pondría en una situación«muy delicada» a quien lo hiciera, empezando por Torrent, si es el impulsor.
No se puede llevar a cabo una investidura simbólica de Carles Puigdemont «sin incumplir las decisiones del Tribunal Constitucional », advirtió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En ese caso, las fuentes consultadas avisan de que los infractores deberán «atenerse a las consecuencias». Sería una vuelta a la vía Forcadell, con la cárcel como horizonte previsible.
De momento, en La Moncloa se considera que el bloqueo actual empezará a romperse con el informe de los letrados , sobre los plazos para proponer un candidato legal a la Generalitat antes de convocar unas nuevas elecciones.
Y si el presidente del Parlamento autonómico no mueve ficha para que esos plazos corran, el Gobierno de Rajoy cree que tiene que ser Ciudadanos , como primer partido con representación parlamentaria, el que fuerce a Roger Torrent a no quedarse quieto y convocar un pleno con garantías legales y con un candidato que sea respetuoso con el Estado de Derecho.
