Un Gobierno frenado en seco

El desalojo de La Moncloa y de los ministerios se produce en tiempo récord: apenas un día para recoger

Tejerina, Zoido, Catalá, Montserrat y Cospedal, ayer en el Congreso JAIME GARCÍA
Mariano Calleja

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El Gobierno de Rajoy trabajó con «normalidad» hasta unas horas antes del debate de la moción de censura. De hecho, el miércoles, la vicepresidenta presidió en La Moncloa la Comisión general de secretarios de Estado y subsecretarias, para preparar el índice del Consejo de Ministros que tenía que celebrarse ayer por la tarde, después, supuestamente, de una votación de la moción que aún tenían esperanzas de ganar.

En realidad, todos los ministerios estaban a velocidad de crucero, cada cual con sus previsiones y sus agendas. El jueves, tras la primera parte del debate, el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, se reunió con Michel Barnier, el negociador de la Unión sobre el Brexit . Y ese mismo día, por la tarde, la ministra de Agricultura celebraba una cumbre en su Ministerio con varios países sobre los presupuestos de la política agraria común. También el ministro de Exteriores estaba recién aterrizado, con una agenda internacional repleta de compromisos y frentes abiertos.

Una agenda rota

De la noche a la mañana, todo ha quedado empantanado. La vicepresidenta lo advirtió la tarde del jueves, cuando ya era oficial la «traición» del PNV al Gobierno de Rajoy : «No es solo la agenda política en España, ¿qué va a hacer Sánchez con el Brexit, con las relaciones comerciales con Estados Unidos o con la negociación del marco financiero plurianual de la Unión Europea?», se preguntó, con evidente preocupación. En el Ejecutivo de Rajoy había formado equipos y comisiones de trabajo, especializados en asuntos que son absolutamente estratégicos para España. Todo su trabajo ha quedado interrumpido de golpe.

En esta situación, fuentes próximas a Rajoy aseguraron que el traspaso de poder en La Moncloa y en todos los ministerios será «ordenado». «Mucho más, desde luego, que el que nos encontramos nosotros cuando ganamos las elecciones en 2011», advirtieron. Pero Rajoy también quiere que sea «rápido», que la transición sea «exprés». «Tiene que ser acorde a lo que ha sucedido. Sánchez ha llegado al poder en horas...», comentaron.

El peso del traspaso por parte del Gobierno en funciones lo llevará el jefe de gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón, que además es de la máxima confianza de Soraya Sáenz de Santamaría. Los preparativos empezaron ayer mismo, aunque el equipo de Rajoy esperaba la llamada de los de Sánchez para organizarlo todo. Los tiempos están condicionados por la toma de posesión del nuevo presidente, que se llevará a cabo hoy a las 11 de la mañana.

En el Palacio de la Moncloa debe haber una persona del Gobierno saliente que haga de anfitrión cuando lleguen los nuevos inquilinos, a quienes se enseñarán todas las dependencias, las oficiales y las domésticas. Ese cometido suele recaer en la Secretaría General de la Presidencia. Los contactos entre los equipos entrantes y salientes se harán en cada uno de los ministerios, aunque en este caso habrá que esperar a que Sánchez nombre sus ministros y estos tomen posesión de sus cargos.

Primera noche

La tarde de ayer fue de actividad frenética en todos los despachos de La Moncloa y los ministeriales, pero en este caso para dejarlos libres. Rajoy tenía previsto pasar la noche ya fuera de La Moncloa, aunque en su gabinete no quisieron confirmarlo. El líder popular se había despedido ya de todos sus ministros , quienes le respondieron personalmente, pero también a través de las redes sociales. A muchos de ellos les recibió la tarde anterior en un restaurante cercano, donde vivieron las últimas horas de Gobierno.

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