Senado

El Gobierno avisa de que el 155 se mantendrá sin un presidente «limpio»

La inhabilitación del president «sería un golpe muy duro para la estabilidad», avisa el secretario de Estado para Cataluña

Roberto Bermúdez de Castro, secretario de Estado para las Administraciones Públicas EFE
Itziar Reyero

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El secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro , ha asegurado este jueves ante la comisión del 155 en el Senado que la inhabilitación, llegado el caso, del futuro president de la Generalitat «sería un golpe muy duro para la estabilidad el prestigio y la dignidad de las instituciones» de Cataluña y ha emplazado a las fuerzas independentistas a que desistan de proponer a candidatos que tienen causas judiciales abiertas, como es el caso de Jordi Turull.

El Gobierno censura la última maniobra del presidente del Parlament para convocar un pleno exprés en el Parlament, esta tarde, ante la posibilidad de que el juez envíe mañana a prisión o inhabilite a Turull. Bermúdez de Castro ha denunciado que Roger Torrent «sigue actuando como correa de transmisión» del independentismo como demuestra su última decisión. «Es arbitraria y obedece a intereses sectarios». Su objetivo es mantener viva la «estrategia de confrontación» contra el Estado de Derecho, ha dicho en un pleno para hacer balance de los cinco meses de 155.

El Estado ha demostrado que sabe defenderse y seguirá haciéndolo mientras los independentistas no acaten la ley. "Mientras en Cataluña no haya un Gobierno que respete la Constitución y el Estatuto de Autonomía, el Gobierno de España estará allí», ha aseverado Bermúdez de Castro. PP y PSOE han defendido la aplicación del 155 en estos meses en Cataluña, que ha servido para «normalizar» la administración catalana.

Según ha informado Bermúdez de Castro, se han pagado millones de euros de ayudas y subvenciones retrasadas, los pagos a proveedores se hacen más rápido que nunca, se ha devuelto la parte de la paga extra pendiente a los funcionarios y se vuelven a convocar plazas de empleo público. Ha precisado que «la normalidad es que haya un gobierno catalán» y ha deseado que sea «pronto».

«Son okupas de Cataluña»

Los portavoces de ERC y PDECat han rechazado el discurso «triunfalista» del Gobierno y han hablado de «ocupación» «Se han convertido en okupas de las instituciones catalanas en nombre de la Constitución», ha denunciado el portavoz convergente, Josep Lluís Cleries.

El secretario de Estado ha ironizado sobre esto: «Hombre, no nos sobrevalore. Estamos tres personas... Si eso es ocupación, su cuerpo de armas también está flojo» , ha dicho entre risas. Precisamente, el de debate de hoy en el Senado ha rebajado mucho la tensión política y hasta el portavoz de Podemos, Óscar Guardingo , ha aplaudido el «buen tono» entre el Gobierno y el PDECat. Pero el resumen que hace Podemos del 155 es «fracaso».

Rebajar la tensión

Pese a la complejidad del momento, a escasas horas del Pleno del Parlament, se respiró distensión en el Senado. Hasta el responsable del Gobierno en Cataluña, que es aragonés, ofreció «tomarse un día un café» a los nacionalistas catalanes para explicarle lo que ellos ven como el «expolio» de las obras de Sijena. El senador de ERC fue tan al detalle en su fiscalización de la gestión del Gobierno de España que preguntó por problemas en una carretera nacional y hasta por la industria láctea.

El portavoz del PNV, Jokin Bildarratz, con tono muy suave, llamó a dar solución pactada a «un proceso muy difícil para todos, una situacíon endemoniada» y reiteró su oferta de hacer de interlocución entre los gobiernos.

Bermúdez de Castro, conciliador, pidió al senador del PDECat que volviera a la posición sensata de los viejos gobiernos de CiU de los que él participó como consejero. «Vuelva a lo que fue usted hace un tiempo, es lo mejor que puede hacer por su tierra». Cleries apreció el tono rebajado e inistió en el diálogo, con eso se quedó del último Pleno con Rajoy. «Hemos de buscar soluciones políticas hablando desde la sinceridad», dijo. «Y no quiero decir otras cosas para no estropearlo» , concedió cerrando el turno que comenzó recordando a los presos por el procés.

El secretario de Estado para Cataluña ha recordado que el Gobierno tuvo voluntad de negociar, dentro de la ley, sobre los 45 puntos presentados por Artur Mas, excluida la consulta ilegal. El problema, dijo, es que nadie se atreve decirle al rey que está desnudo. «Nadie se atreve decirle a Puigdemont, ya vale», se quejó dibujando al expresidente de la Generalitat, fugado en Waterloo, como un cómic. «Es el Capitán Anaya, los ha embarcado a ustedes en un lío y luego se marcha».

El portavoz de ERC, Miquel Ángel Estrad é, dejó claras las distancias por recorrer recordando que la vicepresidenta se jactó en la campaña electoral de haber «descabezado» al independentismo.

Los socialistas han optado por un perfil bajo y el portavoz, Ander Gil, ha cedido la palabra a la senadora Begoña Nasarre , que ha destacado «la actitud serena y pacífica» de la sociedad y del funcionariado catalán ante el 155. No ha habido «caos» en el territorio, ni revueltas de funcionarios . El PSOE ha reiterado su apoyo al Gobierno en Cataluña. «No hubo más remedio para restablecer la ley como cualquier otro Estado democrático». «El señor Turull no es un candidato viable», ha recalcado Nasarre, que sí señaló la responsabilidad de Rajoy por haber dejado «enquistar» el problema catalán.

Tablero endiablado

El Gobierno ha advertido en las últimas horas de que si Turull es inhabilitado será responsabilidad única del independentismo que Cataluña siga bloqueada. «Quien aspire a la presidencia de lla Generalitat debe estar libre de procesos judiciales», ha insistido Bermúdez De Castro, mano derecha de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría , en Cataluña.

«La sociedad catalana necesita certeza y estabilidad», ha insistido Bermúdez De Castro, que comparece por segunda vez ante la comisión del 155 para dar cuenta de la gestión del Gobierno tras haberlo hecho en diciembre, cumplidos dos meses de la aprobación del mandato de la Cámara Alta para intervenir en Cataluña ante la crisis desatada por la declaración de independencia en el Parlament.

«No pueden transitar por la misma ruta. El próximo Gobierno de la Generalitat debe acatar la legalidad constitucional y estatutaria y, sobre todo, defenderla», ha afirmado Bermúdez de Castro, asegurando que el Gobierno central permanecerá en Cataluña mientras no se respete la legalidad .

«Un Gobierno que cumpla con la ley y que cumpla con su obligación. El Gobierno de la Nación lo ha hecho y no tenga ninguna duda de que seguirá haciendo mientras sea necesario. Mientras en Cataluña no haya un Gobierno que respete la Constitución y el Estatuto de Autonomía, el Gobierno de España estará allí», ha zanjado.

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