Francia condena a cadena perpetua a «Ata» por matar a la última víctima de ETA

En el momento de los hechos era el responsable de los aparatos logístico y militar de la banda terrorista

París Actualizado: Guardar
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La justicia francesa condenó este miércoles a cadena perpetua al exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe, «Ata», de 43 años, por la muerte el 16 de marzo de 2010 del policía francés Jean-Serge Nérin, que se considera la última víctima mortal de la organización terrorista. El Tribunal de lo Criminal de París impuso penas de entre 25 y 14 años de cárcel a los otros cinco miembros de la banda que han sido juzgados por formar parte del comando que mantuvo un tiroteo con una patrulla policial en Villiers en Bière, al sur de París, después de haber robado cinco coches en un concesionario.

Los jueces sentenciaron a 25 años a Arkaitz Aguirregabiria (32 años) que, antes de que «Ata» y un segundo tirador no identificado irrumpieran en el enfrentamiento con los agentes, fue quien por su posición jerárquica dio la señal a los otros miembros del comando para utilizar las armas.

Joseba Fernández Aspurz (32 años) y Josu Urbieta Alcorta (37) fueron condenados a 16 años cada uno por haber quedado demostrado que hicieron uso de sus pistolas contra los policías. Fernández Aspurz fue el único detenido ese día.

Los magistrados impusieron 14 años a Izaskun Lesaka Argüelles y Xabier Goienetxea Iragorri por haber tomado parte en el atraco a mano armada del concesionario, durante el que fue violentado y maniatado el único empleado que estaba presente.

Goienetxea estaba también acusado junto a «Ata» de ser una de las dos personas que, una vez comenzado el tiroteo, llegaron en un coche y abrieron fuego contra Nérin, que murió por balas disparadas por dos armas desde posiciones diferentes que se colaron por zonas no cubiertas por el chaleco antibalas. Sin embargo, la Fiscalía no pidió su condena por ese delito, después de que un oficial de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) hubiera declarado durante el juicio -iniciado el pasado 2 de noviembre- que no tenían elementos que pudieran identificar a ese segundo tirador.

El tribunal consideró a Carrera Sarobe culpable del cargo de dirigente de una organización terrorista, por ser en el momento de los hechos el responsable de los aparatos logístico y militar de ETA.

En Francia ya había sido condenado una vez a cadena perpetua por el asesinato el 1 de diciembre de 2007 de dos guardias civiles en Capbreton, en el suroeste del país, así como a otras dos penas de 20 años cada una. En el proceso civil, el tribunal condenó a Carrera Sarobe a pagar tanto al Estado francés como al Fondo de Garantías de Indemnización de Víctimas (212.051 euros en este último caso).

Además, los seis juzgados son responsables solidariamente de abonar las indemnizaciones para los otros tres agentes de la patrulla (12.819 euros, 12.400 y 11.151, respectivamente) y para el empleado del concesionario (12.500). Al final de la lectura de la sentencia, los seis acusados cantaron con el puño en alto el «Eusko Gudariak» con varias decenas de personas del público que habían acudido a apoyarles, entre los que se escucharon gritos de «¡Gora ETA!».

La fiscal Maryvonne Caillibotte había subrayado en su requisitoria el pasado lunes que estos seis etarras, que comparecían desde el pasado 2 de noviembre, son «miembros de una rama violenta y dura» de la banda y «piensan como en 2010», antes de que ETA anunciara el abandono de la lucha armada. En una declaración leída por Aguirregabiria en nombre de todos ellos, insistieron en que ETA mantiene su decisión de dejar la lucha armada y denunciaron la postura ante ese hecho de los estados español y francés, en su opinión, «irresponsable e incomprensible».

En todo caso, frente a las demandas de las autoridades españolas y francesas para que ETA se disuelva y entregue las armas, la consigna de ese texto es que «la lucha no ha acabado». Según el capitán de la SDAT, Emmanuel Layec, que intervino ante el tribunal, las fuerzas antiterroristas francesas barajan la posibilidad de que «una línea dura» dentro de ETA pueda hacerse con el control e hizo notar que en ese caso tendría «los medios materiales» para volver, dado el arsenal de armas y explosivos que sigue en manos de la banda.

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