El fotógrafo que miró a los ojos a Tejero
Manuel Hernández de León (1955) reconstruye para ABC la crónica de una fotografía que pasó a la historia
Era lunes. Una fría tarde de febrero en la que Leopoldo Calvo-Sotelo iba a ser investido como nuevo presidente del Gobierno. Manuel Hernández de León (1955) tenía por delante una jornada más de trabajo como fotoperiodista para la Agencia EFE , en la que comenzó como aprendiz a los 14 años. «Era un día como otro cualquiera. Entré a las tres de la tarde y cogí sitio, dejé mis cosas y preparé los carretes» cuenta Manuel.
A las 18:00h comenzaron las votaciones para investir a Calvo-Sotelo y en el momento en que iba a votar el socialista Manuel Núñez Encabo todo cambió: «Empecé a oir gritos de "Viva España", "Viva el Rey", las puertas se abrieron de golpe y comenzaron a entrar guardias civiles» . Fue entonces cuando el fotógrafo reconoció al teniente coronel Antonio Tejero: «15 días antes estuve de guardia en EFE y tenía la dirección de la casa de Tejero. Era la época de la operación golpista "Galaxia", había mucho ruido de sables y pensé acercarme a casa de Tejero para ver si le podía hacer unas preguntas y unas fotos. Llamé a la puerta y me abrió él en pijama. Me dijo que si quería se ponía el uniforme y yo le contesté que por supuesto. Le hice las fotos y me aseguró que él no estaba implicado en una trama golpista»
Es por eso que en cuanto el fotógrafo vio a Tejero subir las escaleras le reconoció al instante: «Yo le reconocí a él y él me reconoció a mí» . Fue entonces cuando Manuel hizo la fotografía en la que Tejero le mira directamente al objetivo de la cámara. «No pensé que me estaba jugando la vida, lo que pasó es que allí estaba sucediendo algo muy importante y yo tenía que plasmarlo con mi cámara»
Unos segundos después, otra foto que pasó a la historia: Adolfo Suárez salía del escaño para ayudar al teniente general Gutiérrez Mellado, a quien estaban zarandeando los guardias civiles por no obedecer a sus exigencias. Después, disparos. Un guardia civil, metralleta en mano, comienza a requisar carretes de fotos a la prensa gráfica. Manuel, en un muy arriesgado movimiento, escondió el carrete con las fotos en su camisa y le entregó al guardia un carrete en blanco que tenía en la mochila: «Sobre las siete y media le dije al guardia que nos vigilaba que llevaba allí desde las tres y tenía que ir al baño. El guardia, metralleta en mano, se gira y dice: "Mi capitán, que éste quiere ir a mear". "Pues acompáñale", le ordenó el capitán. Es entonces cuando Manuel se cruza con Adolfo Suárez en el baño: «Nos miramos pero no dijimos nada. Yo entré al servicio y me escondí el carrete bajo los testículos porque sabía que me iban a cachear tarde o temprano».
Dan las 22:30 de la noche cuando la guardia civil libera a los reporteros gráficos, no sin antes cachear a todo fotógrafo que salía por la puerta. Manuel corrió hacia su coche, que estaba aparcado justo frente a los leones y se fue a la redacción, donde le estaría esperando el presidente de la Agencia EFE, Luis María Anson. «Se metió conmigo en el cuarto oscuro para revelar y ocho minutos después, con el papel todavía empapado, descubrimos las fotos que había hecho. Claro, yo sabía que traía algo, pero no sabía el qué».
A las 12.00h de la noche llegó el primer telegrama para felicitar a Manuel. «A las dos de la madrugada ya teníamos en la Agencia cola de los medios para comprar las imágenes sin esperar a que les llegasen los envíos, venían de todas partes, en coche, en avión...». Según la Agencia EFE, fue el éxito más grande de su historia: «Yo no fui consciente de la repercusión de lo que había hecho hasta el día siguiente» , confiesa el fotógrafo.
La fotografía de Tejero mirándole a los ojos le valió el premio "World Press Photo". Uno de los cuatro que posee, siendo el único fotógrafo español en ganar tantos "World Press Photo". Además, en su currículum tiene más de 35 años cubriendo la actividad de la Casa Real, la agenda de todos los gobiernos de la democracia hasta 2012, varias Olimpiadas y más de 26 premios nacionales e internacionales que le han servido para estar considerado entre los cien mejores fotógrafos del mundo para el libro "Un día en la vida de España".
Manuel Hernández de León dejó EFE en 2012, tras 49 años en la agencia: «La fotografía me ha dado las mayores satisfacciones de mi vida».
