La Fiscalía rechaza investigar a Carmena y a la concejal de Cultura de Ahora Madrid por los titiriteros

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha rechazado investigar a Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, y a la concejal de Cultura del ayuntamiento, Clara Mayer, por la polémica representación de los titiriteros contratados por el consistorio para los Carnavales. El Ministerio Público considera que ninguna de las dos ha realizado ningún acto que pueda constituir el delito de enaltecimiento del terrorismo, por el que investigan a los dos titiriteros.

En un escrito, la Fiscalía explica que este delito, que consiste en ensalzar la actividad del terrorismo, no puede cometerse por omisión. Es decir, exige la ejecución de actos o la reproducción de expresiones con ánimo de enaltecer a una banda terrorista. No se pueden investigar en el ámbito penal «conductas o responsabilidades administrativas o políticas», concluye el fiscal del caso.

Por ello, el Ministerio Público se opone a que el juez admita a trámite la querella presentada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) contra ellas y Ramón Ferrer, el director artístico de la obra de los titiriteros. El fiscal, en cambio, apoya la querella contra los dos protagonistas de la obra, Raúl García y Alfonso Lázaro, contra quienes se querellaron la AVT y Dignidad y Justicia.

Los dos titiriteros son investigados por si enaltecieron a ETA en la obra teatral, uno de cuyos protagonistas exhibía una pancarta que decía: «Gora alka-eta». La representación, dirigida a un público infantil, contenía escenas violentas como el apuñalamiento de una monja o el asesinato de un juez. Los padres de los niños que presenciaban la representación, que tuvo lugar el 5 de febrero en la plaza madrileña del Canal de Isabel II, llamaron a la Policía.

El miércoles pasado la Fiscalía apoyó la liberación de los dos titiriteros, que se encontraban en prisión preventiva desde el sábado, al argumentar que habían acreditado su arraigo en Madrid (por lo que disminuía el riesgo de fuga) y que no podían volver a delinquir al haberles incautado el material de la representación.