La Fiscalía alega que el apoyo de las instituciones navarras a los agresores de Alsasua incentiva su fuga
Siete de los ocho condenados por el ataque a la Guardia Civil se encuentran en prisión preventiva por las altas penas
Los abogados defensores alegan que condenados a penas mayores del caso Gürtel no han sido encarcelados
Siete de los ocho condenados por la agresión de Alsasua (Navarra) ya duermen en prisión . Cuatro días después de dictar la sentencia, la Audiencia Nacional encarceló ayer a los cuatro varones condenados que se encontraban libres. Otros tres, los más activos en la agresión, están en prisión preventiva desde el 16 de noviembre de 2016.
El tribunal que enjuició la paliza a dos guardias civiles y sus parejas en octubre de 2016 aprecia riesgo de que los cuatro condenados se fuguen, dada la alta duración de las condenas. Argumentó que los indicios se han consolidado tras la sentencia, todavía no firme.
Son Iñaki Abad , condenado a trece años de cárcel; Julen Goicoechea , Jon Ander Cob y Aratz Urrizola , condenados los tres a nueve años. El Ministerio Público solicitó el ingreso en prisión de los cuatro, arrestados ayer a primera hora de la mañana en Alsasua. El fiscal alegó que las altas condenas, el apoyo institucional a los acusados y el ejemplo de otros huidos en Europa incentivan la tentación de huir. Los abogadores defensores se opusieron a la medida: expresaron que los condenados han acudido a cada cita judicial, incluso cuando estaban acusados a penas mayores. También recordaron casos recientes de culpables de casos de corrupción que no han ingresado en prisión preventiva con penas mayores, en clara alusión a algunos condenados en la sentencia del caso Gürtel.
Los condenados fueron considerados culpables de lesiones, amenazas, desórdenes públicos y atentado a la autoridad, con agravantes de superioridad y de odio. Solo Ainara Urquijo , condenada a dos años, sigue libre.
Protestas en Navarra
Las partes pueden recurrir el fallo en apelación ante la Sala de Apelación y en casación ante el Tribunal Supremo , la cúspide del sistema penal. Entrarían así en el debate que envolvió al juicio, después de que la Fiscalía acusase por terrorismo . El Ministerio Público ubicó la agresión en una estrategia heredada de ETA y consideró que pretendían atemorizar al colectivo policial. El tribunal descartó esta tesis, pero describió una agresión brutal, guiada por el odio a la Guardia Civil, y rechazó que fuera una «pelea de bar».
No sentó nada bien la decisión en las instituciones navarras. Todas criticaron las detenciones a pesar de las fuertes condenas sobre los radicales. La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno, Ana Ollo , criticó que no se esperara a que hubiera sentencia firme. Más lejos fue el máximo dirigente de Bildu, Arnaldo Otegui , que llamo a «echar a todos los aparatos del Estado de nuestra tierra». En su opinión, «no basta con echar a los neofranquistas del gobierno español».
El alcalde de Alsasua, Javier Ollo , se concentró con los familiares de los detenidos. Éstos consideraron «innecesaria y exagerada» la actuación de la Guardia Civil al detener a los condenados. Según ellos, bastaba con haberles citado. Por la tarde se celebraron sendas manifestaciones en Pamplona y en Alsasua en contra de los arrestos y los encarcelamientos. Se escucharon gritos contra la Guardia Civil y se pidió la puesta en libertad de los condenados.
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