Felipe González evita nombrar a Pedro Sánchez en su discurso

La imagen de Alfredo Pérez Rubalcaba entrando por la puerta de atrás al Palacio Municipal de Congresos de Madrid fue la del PSOE histórico. Cuando Sánchez anunció oficialmente su candidatura, el pasado mes de abril, lo hizo bajo una consigna clara: construir un nuevo partido. Tras su victoria en las primarias, los dirigentes históricos de la formación parecen haber entendido el mensaje y, lo más importante, no presentarán batalla.

El de ayer fue el congreso del sanchismo, donde el secretario general, rodeado de sus fieles, logró sacar adelante casi todas sus propuestas sin hacer apenas concesiones a los que representaron su oposición en las primarias. A pesar de que, desde el incio del cónclave, casi todos los asistentes apelaron a la unidad y a la integración, el discurso de Felipe González fue un buen ejemplo de que en ningún caso será la fraternidad la tónica dominante del nuevo PSOE.

Por vídeo, desde Colombia y sin mencionar explícitamente el nombre de Pedro Sánchez, solo aludiendo al «secretario general». Así fue la única aparición del expresidente socialista en el 39º Congreso Federal del PSOE. Ya se sabía que González no acudiría a Madrid para participar en el cónclave, aunque había cierta expectación sobre cuál sería su papel definitivo en el Congreso. El expresidente justificó su ausencia debido a que se encuentra en un viaje en Colombia en el marco de los acuerdos de paz entre el Gobierno del país y las FARC.

El expresidente Zapatero, que sí acudió al cónclave, se mostró bastante escueto cuando se le preguntó sobre cómo ve a Sánchez y a la nueva dirección socialista. «El PSOE es el PSOE, y a mí el PSOE siempre me gusta», zanjó.

Tarea para Sánchez

En algo coincidieron ambos expresidentes. Tanto González como Zapatero encargaron de forma indirecta a Sánchez la tarea de construir un PSOE capaz de ganar elecciones. «El PSOE siempre tiene que estar dispuesto a poder ganar unas elecciones y a llegar a La Moncloa, es nuestra tradición», argumentó Zapatero.

Mientras que González deseó «todo lo mejor y los mejores resultados» para el Congreso y para su secretario general, al que también deseó certeza en la elección de «una estrategia que nos devuelva el carácter de primera fuerza política en España». Ambos mensajes se pueden interpretar como un respuesta clara ante la estrategia de Sánchez de que el PSOE ocupe una posición clara y definida en la izquierda. Por su parte, Cristina Narbona -que será elegida hoy como nueva presidenta del PSOE- aseguró que «somos la izquierda y queremos que se nos vea así».