Portada del single de la campaña del PSOE de 1977
Portada del single de la campaña del PSOE de 1977 - ABC
CAMPAÑA ELECTORAL

«Felipe, capullo, queremos un disco tuyo»

El PSOE fichó al compositor de las canciones de «La abeja Maya» o «Mazinger Z» para ponerle música y letra a la campaña electoral de 1979

Madrid Actualizado: Guardar
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Quien tuvo retuvo, pero fue a finales de los años setenta y principios de los ochenta cuando Felipe estaba para comérselo. Eso decía y coreaba el gineceo socialista, notablemente alterado por los estímulos de una democracia que, recién parida, permitía adherirse de forma inquebrantable a líderes bastante más resultones que los del franquismo y que, además, iban de sport. El grito de «Felipe, capullo, queremos un hijo tuyo» resume la adaptación al medio político y electoral del desafuero hormonal que en el plató de «Aplauso» y en las revistas de adolescentes registraba por aquel entonces el fenómeno de las fans.

A mitad de camino entre el cantante romántico de target maduro y el seductor de chicas de colegio, a Felipe González lo retrataron como un galán apto para todos los públicos en la portada del single que a través del sello Diana editó el Partido Socialista para amenizar la campaña de 1977.

El artefacto contenía dos buenas piezas. La primera, «Compañero únete» -primer himno electoral del PSOE, sustituido en 1982 por «Hay que cambiar»- invitaba a los votantes a salir a la calle y ver lo que pasaba. «Que no te lo explique nadie», recomendaba la canción. «Todos sabemos bien/ que el camino es el trazado/ por el pasado enterrado/ por el futuro votad», aseguraba una de las estrofas del himno, de una sintaxis bastante compleja y retorcida, todo sea dicho, y cuyo contenido era bastante tolerable para una sociedad recién salida del tardofranquismo.

Memoria histórica

La cara B de aquel sencillo tiene mucha más miga y sustancia. Se titula «Mi pueblo es» y viene firmada por el irrepetible Alfredo Garrido, compositor especializado en sintonías de series infantiles, de «La abeja Maya» a «Marco», pasando por «Mazinger Z», a la que también le puso voz, y que tocó techo con el himno del Mundial 82, interpretada por el patriota y tenor Plácido Domingo. Si la cara A del single se quedaba en el tono naíf de Jarcha, la pieza de Garrido era mucho más elaborada y atrevida, con sintetizadores, palmas y un ritmo más marchoso, como se decía en la época. En cuanto a la letra, el tema también arriesgaba, con un amago de ejercicio de revancha y memoria histórica más pegado a la izquierda histórica que al votante que en 1979, bastante desnortado, todavía se lo estaba pensando. «Ya vuela la paloma,/ vuela tranquila,/ que las luchas pasadas/ tendrán justicia». Con esta estrofa se debió de quedar pillado Rodríguez Zapatero cuando escuchó la canción.

Eduardo Sotillos intervenía en el LP dedicado a González en 1977

El culto al líder socialista quedó plasmado en una discografía en la que el PSOE no pasaba de ser un elemento secundario. También en 1977, esta vez a través de Movieplay, se editó en formato de LP una larga entrevista de Eduardo Sotillos, luego ministro portavoz, con Felipe González, «el único de cuatro hermanos que pudo llegar a la Universidad», se podía leer en los lastimeros títulos de crédito del álbum. El disco se completaba con una breve historia del PSOE, un encendido discurso de Felipe en un mitin sindical y, last but not least, La Internacional, interpretada por «los mineros de la cuenca asturiana», así, en general. Seguro que estaban todos.

Casete felipista de Paquita Ontanilla ABC
Casete felipista de Paquita Ontanilla ABC

La discografía de Felipe es amplia. Bajando de escalón, y ya en el mercado del casete, se pueden encontrar algunas piezas tremebundas, como la que el sello Olympo, especializado en los expositores de gasolinera, lanzó bajo el título «Compañero presidente». En la portada, un Felipe González de traje y corbata, ya con las bolsas en los ojos que progresivamente fueron marcando el deterioro físico y político de aquel joven del 77; en el interior, un megamix de temazos rojos, para cantar juntos en barbacoas y bodas y en el que no faltaban La Internacional, «El pueblo unido jamás será vencido» o el tradicional y sandunguero «Anda jaleo», que venía a ser el «Paquito el Chocolatero» de la izquierda de la Transición.

Ninguna grabación, sin embargo, llega a la altura moral de las sevillanas dedicadas a Felipe González por Paquita Ontanilla, la misma mitómana que más tarde le cantó Paquirri, otro ídolo de la época. A modo de presentación y prospecto, Ontanilla aclaraba a quién iba dirigida su casete. No dejaba títere con cabeza. «Te canto a ti, ama de casa; a ti, campesino; a ti, socialista; a ti, juventud; a ti, cristiana». Eso era más o menos España antes del bipartidismo.

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