Casado exige a Sánchez el cese de Marlaska por el acercamiento de 150 presos de ETA

Pablo Casado ha regresado, un año más, a la carballeira de San Xusto, en el corazón de la Galicia rural, para iniciar el septiembre político, el nuevo curso. Aprovechando que se celebraba el 21º aniversario del asesinato del concejal del PP, Manuel Indiano, a manos de la banda terrorista ETA, el líder popular ha exigido a Pedro Sánchez «el cese» de Fernando Grande-Marlaska como ministro del interior, por haber acercado al País Vasco «a 150 presos, 96 de ellos con delitos de sangre», una decisión de cuya autoría intelectual ha culpado al presidente del Gobierno.

Pero Casado no ha escondido el malestar por las críticas recibidas desde el PSOE y el Gobierno por su falta de «sentido de estado» en materias como la gestión de la salida de Afganistán. «¿Cómo celebramos lo que pasa en Afganistán?», se ha preguntado, «no es ético». En su opinión, «desde su fundación» el PP no ha tenido «otra cosa que sentido de estado» . «La oposición tiende la mano» para fraguar pactos educativos, económicos, de renovación de la justicia «y se ha encontado un frontón o lo que es peor, un cordón sanitario».

En su mensaje como alternativa de gobierno, el líder del PP ha avanzado que la próxima convención de su partido no será «ni de soflamas ni de programas electorales» sino que servirá para la elaboración de futuras leyes que aplicarán «en los primeros cien días de gobierno». Se encargarán de ellas «expertos» en las diversas materias, con el objetivo último de «darle la vuelta a España como un calcetín» y corregir el rumbo marcado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. «Estamos preparados para gobernar», ha insistido, «sabemos gobernar».

Casado ha sido muy duro con el inquilino de la Moncloa, al que ha acusado repetidamente de mentir y de solo estar preocupado por el marketing y la propaganda . Así, le ha reprochado que tardara un año y medio en visitar una residencia de ancianos, o que se desplazara a visitar «42 minutos» las zonas afectadas por los incendios de Ávila «en helicóptero, cuando en coche es una hora y diez». «El colmo es envolverse en la bandera de las Fuerzas Armadas», y ha recordado como en una de sus primeras intervenciones públicas en el PSOE «dijo que le sobraba el Ministerio de Defensa».

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo , ha dirigido sus mensajes en otra dirección, y ha apostado por consolidar al PP como la «casa grande» del Constitucionalismo y, bajo la batuta del líder popular, Pablo Casado, apear de La Moncloa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Debemos aspirar a ser la mejor opción, por ser la única opción, no hay otra alternativa. Ya se vio lo que duran las modas -alusión implícita a Ciudadanos-, solo uniendo los votos vamos a conseguirlo », ha expresado Feijóo.

Y, precisamente Feijóo ha insistido a Casado, que ha presidido el acto, que «no hay mejor lugar que Galicia para construir una alternativa» de Gobierno y enviar a Sánchez a dónde enviaron a Pablo Iglesias: «Con educación, con las urnas y los votos» .

Poco más de un año después de haber logrado la cuarta mayoría consecutiva, Feijóo ha puesto como ejemplo esos comicios en los que dieron «un baño de realidad» a los socialistas y a Podemos. «Nunca en España ha sido tan necesario el PP como ahora, ni si quiera en la época de Zapatero», ha remachado.