Exigen al Ministerio de Cultura que evite el derribo del monumento a las víctimas del crucero «Baleares»

Erigido en Palma en memoria de los 788 marineros que viajaban en el buque torpedeado en 1938, en 2010 se acordó por unanimidad conservar el monolito, eliminar los elementos de «exaltación del régimen franquista» y colocar una placa contextualizadora

Imagen de archivo del monumento a las víctimas del crucero «Baleares» antes de que fueran eliminados -en 2010- los elementos de «exaltación del régimen franquista» ABC

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El presidente de Societat Civil Balear, Tomeu Berga , y la presidenta de la Asociación de Vecinos y Amigos de Santa Catalina, Jacinta Galindo, presentaron ayer en la Delegación del Gobierno una denuncia y un requerimiento al Ministerio de Cultura para que «ejerza de una vez su competencia exclusiva para proteger y evitar el riesgo de expolio que tiene actualmente el monumento de Sa Feixina por parte del Ayuntamiento de Palma».

Cabe recordar que el citado monumento, dedicado a las víctimas del crucero «Baleares», fue erigido en 1948 en el Parque de Sa Feixina de Palma y sufragado por suscripción popular. Se levantó en memoria de los 788 marineros que murieron a bordo del citado buque, tras ser torpedeado el 6 de marzo de 1938 en el transcurso de una acción bélica durante la Guerra Civil.

Transcurridas siete décadas desde la construcción del monolito, en el pasado mandato el equipo de gobierno municipal tripartito conformado por el PSOE , Podemos y MÉS anunció su propósito de proceder a la demolición del memorial, al considerarlo de carácter franquista. Paralelamente, el tripartito que también gobernaba en el Consell de Mallorca decidió no catalogar el monumento, lo que de facto abría las puertas a una posible demolición inmediata, que hasta el momento no ha sido llevada a cabo.

A la espera

En la actualidad, el proyecto de derribo se encuentra paralizado de forma cautelar, gracias a los contenciosos administrativos presentados en su momento por la plataforma « Salvemos Sa Feixina » contra el Consell de Mallorca y contra el Ayuntamiento de Palma. Así lo han confirmado este martes a ABC fuentes oficiales del consistorio palmesano. Cabe recordar que en la presente legislatura siguen gobernando en ambas instituciones los mismos tripartitos.

En ese contexto, Societat Civil Balear y la Asociación de Vecinos y Amigos de Santa Catalina han anunciado este martes que en caso de que ahora no sea atendido su requerimiento al Ministerio de Cultura para que evite el derribo del monolito , acudirían a los tribunales, «para que sean éstos los que obliguen al Ministerio a ejercer su competencia, y emita una orden ministerial contra la expoliación del monumento, para así protegerlo definitivamente».

En la denuncia presentada ayer por las dos asociaciones citadas se han aportado informes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando , «que se ha mostrado favorable en todo momento a la protección y catalogación del monumento», y también un dictamen de la Real Academia de la Historia, que señala que el citado monumento sirve como «documento histórico».

Antigua unanimidad

La posición del actual tripartito palmesano difiere por completo de la postura que sobre este asunto mantuvo el tripartito de centroizquierda que gobernó en la capital balear en el mandato 2007-2011. En aquella legislatura, el consistorio estaba presidido por la socialista Aina Calvo , que gobernaba junto con el BLOC —antecedente de MÉS— y con la hoy extinta Unió Mallorquina. En la oposición municipal se encontraba en aquel momento sólo el PP.

Con Calvo como alcaldesa, en 2010 se acordó por unanimidad conservar el monolito, eliminar del mismo los elementos de « exaltación del régimen franquista » y colocar una placa contextualizadora. Dicha placa fue redactada en cinco idiomas —castellano, catalán, inglés, francés y alemán— con esta inscripción: «Este monumento fue erigido en el año 1948 en recuerdo de las víctimas del hundimiento del crucero 'Baleares', durante la Guerra Civil (1936-1939). Hoy es para la ciudad símbolo de la voluntad democrática de no olvidar nunca los horrores de las guerras y las dictaduras. Palma 2010».

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